La película nos muestra a personas que intentan hacer lo correcto, aunque se vean perjudicadas por ello y otras que se niegan rotundamente a verse comprometidas y evitan de cualquier manera cargar con la culpa.

El político Koo que se presenta para gobernador llega a casa de un viaje de negocios para encontrar a su esposa en el garaje junto a un hombre muerto envuelto en plástico, su hijo borracho lo ha atropellado. Comienzan a deliberar si contar la verdad y entregar a su hijo a la justicia o encubrir el crimen. Optan por lo segundo, lo que causara una serie de acontecimientos imprevisibles.

Es el segundo largometraje de Lee Su-jin después de "Princesa" (Han Gong-Ju) de 2013, "Idol"  tenía  potencial y muchos  ingredientes para una buena película, pero lamentablemente le falta calidad en su guion. El trío de actores protagonistas Han Suk-kyu, Sol Kyung-gu y Chun Woo-hee están brillantes pero nada pueden hacer para salvar esta ligera decepción de este director que ya con su película anterior prometía mucho.  

Un clímax muy flojo, multitud de giros innecesarios y una duración más que larga (140 minutos) hacen que pierdas mucho el interés por la mitad de la película porque la narrativa se vuelve confusa  mezclando abusos sexuales y otras tramas que no hacen más que embarullar la historia.
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