Con un guion de 68 páginas, la productora Blumhouse, especialista en películas de terror de serie B, da luz verde a este proyecto que el director y coguionista JD Dillard ("Juegos de manos") nos brinda un thriller inteligente y entretenido de supervivencia con monstruo marino incluido.

Después de sufrir un naufragio en un barco de recreo cerca de las islas Fiji, Jenn consigue llegar a una pequeña isla que parece desierta, allí encuentra restos objetos de otras personas, comienza a pescar para sobrevivir, pero cuando cae la noche tiene que lidiar con una especie de bípedo carnívoro que acude a la isla para alimentarse. Así comienza una batalla nocturna para conseguir sobrevivir.

Con un presupuesto muy limitado, el director consigue aprovechar bien los recursos naturales del idílico paisaje, ya que hay poquísimos diálogos y consigue ofrecernos un buen espectáculo sin que se consiga llegar a ver bien el bicho marino.

Una de las bazas de la película es que cuenta muy poco de lo que en realidad le ocurrió a ella, y cuando aparecen una pareja más de sobrevivientes tampoco aclaran mucho, así se evita distraer la historia central y simplemente se ciñe a contarnos un film de supervivencia de 82 minutos.
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