Posiblemente Superman sea el superhéroe más querido y más popular de todo el mundo, puede volar, tiene rayos en los ojos, es más rápido que una bala y más duro que el diamante. Como persona es un tío encantador, bueno, amable, desinteresado y jamás se le ocurriría cometer un delito. Pero qué hubiese pasado si Clark Kent de origen extraterrestre y sin ningún vinculo con los humanos hubiera crecido sintiéndose de una raza superior, esclavizando a la humanidad y matando a las personas sin ningún miramiento?
Este es el origen del guión de Brian y Mark Gunn (los hermanos de James Gunn director de "Guardianes de la Galaxia") que inteligentemente le han dado este giro a este icónico y querido personaje, mostrándonos un chaval que a los 12 años comienza a ver que tiene unos extraños poderes y empieza a sembrar el mal sin ningún tipo de remordimientos.
El director David Yarovesky no se corta en la brutalidad explícita de los asesinatos en la película y sabe darle el nivel escalofriante al personaje del crío que nos llega a recordar a Damien en "La Profecía". Jackson A. Dunn, el joven que da a luz a Brandon un niño miedoso, que sabe que es adoptado y no sabe quién es realmente pero a medida que avanza la película todo eso desaparece para mostrarnos una personalidad más aterradora.
Tori (Elizabeth Banks) y Kyle Breyer (David Denman) son los padres granjeros amorosos que sin preguntar nada crían a este niño que aterrizó en una nave espacial cerca de sus tierras.
Se da por supuesto que la película no es innovadora ni original, ya que sigue los parámetros de otras cintas muy conocidas, pero resulta una película de terror que parodiando a los superhéroes con poco humor, nos plantea un slasher muy disfrutón que va a gustar bastante entre los amantes del género.
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