Code geass narra la historia de Lelouch, un joven que desea vengarse del imperio de Britannia y conseguir un mundo más amable para su hermana, la cual ha quedado paralítica y ciega tras el asesinato de su madre. Utilizando de forma magistral el clima de rebelión que se respira en Japón, ahora la zona 11 tras la conquista por parte de Britannia, logra desarrollar su plan, como si de una partida de ajedrez se tratase, ayudado por el poder que le proporciona CC, una extraña joven con la que firma un contrato, y que le permite dar ordenes a las personas a través del contacto visual con las mismas.
Lelouch pronto se dará cuenta de que los ideales son complejos y tienen más de una cara, siendo la cara sombría la que te lleva a cuestionar el porque de todo lo que se hace, y donde cada decision puede acabar con la vida de aquellos que mas te importan.
Es en esta perspectiva donde Code Geass se vuelve maravillosa, la idea del antihéroe, que empieza luchando por unos ideales y que acaba traicionando todo en lo que cree y tratando a los demás como peones y piezas en su tablero, manteniendo un duelo en esta segunda temporada con otro gran estratega, Schneisel, el cual actua como Lelouch, sin importarle las piezas que sacrifica y buscando un fin, que justifica todo medio que se ponga en marcha, por muy brutal que sea.
Los personajes son también muy difentes entre si pero dotados de una gran personalidad, destacando como no a Lelouch, Suzaku (el gran amigo de la infancia y que ahora sirve al imperio), Nunally (la hermana de lelouch) y en especial a Diethard, un reportero cuyo objetivo no es otro que grabar el posible ascenso de Lelouch y la caída de britannia.
Pero lo realmente especial de esta serie es el final, probablemente el mejor final que haya visto nunca. Totalmente redondo y que te hace pensar, de esos finales que te dejan un sentimiento de que se acaba de ver algo impresionante y que te deja un gran vacío, motivado por que has terminado de ver una de los mejores animes de la historia.