Buen remake con bastante intriga, algo de terror, unos cuantos sustitos certeros y cierto trasfondo de violencia de género.
El guión es bueno; se respeta razonablemente el original, se incluye la tecnología para darle más veracidad al mito, las escenas de sustitos son contundentes y el guión aún se deja un par de piruetas para el final que consiguen tenerte en vilo hasta el último momento.
Buena dirección, seria, cercana, objetiva y adulta. Consigue transmitir auténtico desasosiego e incluso terror en momentos puntuales. No es un cuento más para adolescentes tiene el pulso de un cuento de hadas para mayores. Tiene una atmósfera sombría e inquietante de principio a fin.
Actores. Elisabeth Moss devora ella sola casi todo el metraje. Los demás son meros comparsas. Hay que reconocer que ella está muy bien y es muy convincente en sus emociones.
Efectos especiales bastante logrados.