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Voto de Jose Solo Z:
8
8,1
32.272
Intriga
Andrew Wyke (Laurence Olivier) es un prestigioso escritor de novelas de intriga. Además, su pasión por los juegos de ingenio y las adivinanzas lo ha llevado a convertir su gran mansión en una especie de museo, donde se exponen los juguetes y mecanismos más extravagantes. Una tarde, invita a su casa a Milo Tindle (Michael Caine), amante de su mujer y propietario de una cadena de salones de belleza, para proponerle un ingenioso plan del ... [+]
4 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandísima intriga que pese a su largo metraje no aburre en ningún momento. ¿Cuántas películas puede decir eso?
¿Cómo lo consigue?
Pues gracias a...
Una trama inteligente y creíble con espectaculares saltos de guión que te van a entusiasmar.
Unos diálogos brillantes, ingeniosos, divertidos y hasta sofisticados.
Unos ACTORAZOS, sí, con mayúsculas. Que aguantan el peso de la obra con convicción y profesionalidad.
Una ambientación muy lograda: la mansión, los jardines, el laberinto (se ve al principio y ya te avisa de lo que va a pasar) , los juguetes y figuras mecánicas del dueño...
Unos cambios de ritmo muy interesantes: ahora es intriga, ahora una payasada (nunca mejor dicho...), ahora una confesión entre ¿amigos? sobre los roles masculinos, ahora un duelo de ingenio... También para este fin, nos llevará el director de un lado a otro de la casa: salones, dormitorios, sótano, jardín, cocina...
Mankiewicz saca lo máximo posible de los actores, de la mansión y hasta de la decoración tan bizarra de la casa.
Sólo una pega a este tipo de argumentos: la siguiente vez que la ves ya no experimentas el vértigo de los giros en el guión. Aunque sigues disfrutando con unas interpretaciones fabulosas, por supuesto.
En fin, un placer... ¡inocente! Después de verla estás orgulloso de que dos horas y 18 minutos de tu vida hayan sido para una película exquisita.
¿Cómo lo consigue?
Pues gracias a...
Una trama inteligente y creíble con espectaculares saltos de guión que te van a entusiasmar.
Unos diálogos brillantes, ingeniosos, divertidos y hasta sofisticados.
Unos ACTORAZOS, sí, con mayúsculas. Que aguantan el peso de la obra con convicción y profesionalidad.
Una ambientación muy lograda: la mansión, los jardines, el laberinto (se ve al principio y ya te avisa de lo que va a pasar) , los juguetes y figuras mecánicas del dueño...
Unos cambios de ritmo muy interesantes: ahora es intriga, ahora una payasada (nunca mejor dicho...), ahora una confesión entre ¿amigos? sobre los roles masculinos, ahora un duelo de ingenio... También para este fin, nos llevará el director de un lado a otro de la casa: salones, dormitorios, sótano, jardín, cocina...
Mankiewicz saca lo máximo posible de los actores, de la mansión y hasta de la decoración tan bizarra de la casa.
Sólo una pega a este tipo de argumentos: la siguiente vez que la ves ya no experimentas el vértigo de los giros en el guión. Aunque sigues disfrutando con unas interpretaciones fabulosas, por supuesto.
En fin, un placer... ¡inocente! Después de verla estás orgulloso de que dos horas y 18 minutos de tu vida hayan sido para una película exquisita.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Cuando Caine entra a la casa, lo primero que ve es una figura de una serpiente en el jardín mirándole desafiante. Ya nos está avisando de lo que se va a encontrar allí: peligro y astucia en su adversario.
Luego tiene que atravesar un laberinto mientras el dueño, ufano, continua grabando sus ideas para sus novelas.
Nos dice que el dueño es el que está jugando con su visitante y le hace (y le hará...) pasar por un juego en el que el visitante tendrá que demostrar cierta habilidad.
Mientras Caine atraviesa el laberinto, se ve reflejado él mismo en espejos y luego con una fotografía igual tenemos un simio. El mensaje aquí es que el pobre de Caine empieza como el torpe de esta historia pero, nos va a durar poco esa sensación.
Dura poco porque, tras encontrarse (gracias a que Olivier mueve el seto), saludarse y dirigirse a la casa, subirán una escalera del jardín, ¿Qué tenemos allí? Dos figuras a escala humana del rey del ajedrez. Cada uno de los actores se pondrá delante de una de ellas. El significado aquí es que los dos son reyes del ingenio y la disputa va a estar muy igualada.
Hay muchos otros símbolos en la película, por ejemplo:
Cuando se sienta Caine en la silla y las figuras cercanas sujetan cuchillos o manos amenazadoras hacia él mientras Olivier le está hablando.
Cuando Caine le devuelve las jugadas o frases de ingenio a Olivier, la cámara nos muestra la figura del lobo de mar que ríe para confirmar que, en este caso, el punto ha sido para Caine.
Se puede estar enumerando esas inteligentes escenas durante un buen rato...
Luego tiene que atravesar un laberinto mientras el dueño, ufano, continua grabando sus ideas para sus novelas.
Nos dice que el dueño es el que está jugando con su visitante y le hace (y le hará...) pasar por un juego en el que el visitante tendrá que demostrar cierta habilidad.
Mientras Caine atraviesa el laberinto, se ve reflejado él mismo en espejos y luego con una fotografía igual tenemos un simio. El mensaje aquí es que el pobre de Caine empieza como el torpe de esta historia pero, nos va a durar poco esa sensación.
Dura poco porque, tras encontrarse (gracias a que Olivier mueve el seto), saludarse y dirigirse a la casa, subirán una escalera del jardín, ¿Qué tenemos allí? Dos figuras a escala humana del rey del ajedrez. Cada uno de los actores se pondrá delante de una de ellas. El significado aquí es que los dos son reyes del ingenio y la disputa va a estar muy igualada.
Hay muchos otros símbolos en la película, por ejemplo:
Cuando se sienta Caine en la silla y las figuras cercanas sujetan cuchillos o manos amenazadoras hacia él mientras Olivier le está hablando.
Cuando Caine le devuelve las jugadas o frases de ingenio a Olivier, la cámara nos muestra la figura del lobo de mar que ríe para confirmar que, en este caso, el punto ha sido para Caine.
Se puede estar enumerando esas inteligentes escenas durante un buen rato...