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Voto de Jose Solo Z:
8
7,6
118.753
Drama
En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2020
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película llena de poesía y de libertad. Y muy recomendable. Te ayuda a replantearte las cosas que de verdad importan en la vida. Carpe diem.
Pero, me temo, desde un punto de vista bastante superficial. Muy dirigida a un público de edad adolescente, como sus protagonistas (adolescentes inteligentes, claro).
Dirigida con tino por Weir. Sabe cómo realzar las escenas, sean en un bosque de noche, en una fiesta de adolescentes o dentro de una clase de literatura. Con Weir todas ellas saben a más. Casi parece que estás con ellos mientras ocurre todo.
Buen guión, lleno de guiños optimistas y de libertad. Pero, muy pueriles, me temo. Muy obvios: las bicicletas, los patos volando, el r'n'r en la radio, el osado enamorado que da un beso... Weir sabe el camino más rápido para llegar a los sentimientos y lo toma. Sin reflexión ni madurez. ¿Quiere hacer una apología de la pasión vital desenfrenada? ¿O sólo busca un volcán de sensaciones? Sensaciones que sí que emocionan pero que después se apagan con la misma rapidez.
Se podría haber buscado un contrapunto más sólido al encantador e inspirador personaje que hace Williams. Lo hay, sí. Pero sin peso, sin ser un verdadero rival. Qué pena no haber dado más protagonismo a algún antagonista que amplíe durante la película la frase: "Algún día descubrirán que no son Mozart ni Picasso y le odiarán por ello". Haber presenciado un diálogo entre los dos extremos le hubiera hecho ganar puntos al film. Incluso si dejas ganar al profesor Keating.
Buen elenco de actores jóvenes. Muy convincentes y muy expresivos. Abarcan un amplío abanico de emociones y no siempre es fácil. Ellos lo hacen con mucha profesionalidad.
Robin Williams lo peta. En realidad se está interpretando a sí mismo: Un personaje simpático, con cierta tristeza en la mirada, romántico y juerguista por igual. Y dispuesto a alegrar(se) la vida a la gente que conoce. Ocupa toda la pantalla cuando aparece pero de una forma natural y... hasta curativa.
Escenas brillantemente resueltas que se van a quedar a vivir contigo para siempre (ver zona spoiler).
Un clímax bien narrado que ya se presagia pero el drama lacrimógeno me parece exagerado, forzado y hasta falso (ver zona spoiler).
La escena final es literalmente "inolvidable".
A partir de ahora, siempre que veas una de las películas de Robin Williams seguirás viendo al profesor Keating. Ya no hay sitio para otro personaje en ese rostro. Esa es la fuerza demoledora de esta película y el extraño vínculo que se establece con Keating, la libertad, la felicidad y la poesía.
Pero, me temo, desde un punto de vista bastante superficial. Muy dirigida a un público de edad adolescente, como sus protagonistas (adolescentes inteligentes, claro).
Dirigida con tino por Weir. Sabe cómo realzar las escenas, sean en un bosque de noche, en una fiesta de adolescentes o dentro de una clase de literatura. Con Weir todas ellas saben a más. Casi parece que estás con ellos mientras ocurre todo.
Buen guión, lleno de guiños optimistas y de libertad. Pero, muy pueriles, me temo. Muy obvios: las bicicletas, los patos volando, el r'n'r en la radio, el osado enamorado que da un beso... Weir sabe el camino más rápido para llegar a los sentimientos y lo toma. Sin reflexión ni madurez. ¿Quiere hacer una apología de la pasión vital desenfrenada? ¿O sólo busca un volcán de sensaciones? Sensaciones que sí que emocionan pero que después se apagan con la misma rapidez.
Se podría haber buscado un contrapunto más sólido al encantador e inspirador personaje que hace Williams. Lo hay, sí. Pero sin peso, sin ser un verdadero rival. Qué pena no haber dado más protagonismo a algún antagonista que amplíe durante la película la frase: "Algún día descubrirán que no son Mozart ni Picasso y le odiarán por ello". Haber presenciado un diálogo entre los dos extremos le hubiera hecho ganar puntos al film. Incluso si dejas ganar al profesor Keating.
Buen elenco de actores jóvenes. Muy convincentes y muy expresivos. Abarcan un amplío abanico de emociones y no siempre es fácil. Ellos lo hacen con mucha profesionalidad.
Robin Williams lo peta. En realidad se está interpretando a sí mismo: Un personaje simpático, con cierta tristeza en la mirada, romántico y juerguista por igual. Y dispuesto a alegrar(se) la vida a la gente que conoce. Ocupa toda la pantalla cuando aparece pero de una forma natural y... hasta curativa.
Escenas brillantemente resueltas que se van a quedar a vivir contigo para siempre (ver zona spoiler).
Un clímax bien narrado que ya se presagia pero el drama lacrimógeno me parece exagerado, forzado y hasta falso (ver zona spoiler).
La escena final es literalmente "inolvidable".
A partir de ahora, siempre que veas una de las películas de Robin Williams seguirás viendo al profesor Keating. Ya no hay sitio para otro personaje en ese rostro. Esa es la fuerza demoledora de esta película y el extraño vínculo que se establece con Keating, la libertad, la felicidad y la poesía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Escenas brillantemente resueltas que se van a quedar a vivir contigo para siempre: arrancar las hojas del libro de poesía, subirse a una mesa a declamar, enamorarse, escapar, oír "Carpe Diem" en el doblaje de Keating, despedir a tu gurú sobre una mesa diciéndole "Oh, capitán, mi capitán", la tristeza y el dolor en los ojos del alumno que se suicida y muchas más.
Toda una apología de la libertad y del derecho a vivir tu vida como quieras.
Pero, me temo, es una apología rápida y sin poso. Para ser fácilmente digerida por adolescentes sensibles.
Sinceramente, que alguien se suicide por la negativa de los padres a tomar clases de teatro...me parece demasiado melodramático. Directamente: me parece una pataleta de niño mimado. Pero comprendo que le da efectividad al discurso poético y, a esas alturas de la película, ya se ha destapado la caja de las esencias. Ya viajas embriagado por ese mundo de librepensadores y poetas.
Por cierto, librepensadores de pacotilla. Todos alumnos de un colegio elitista que no tienen que trabajar después o antes de las clases. O cuyas familias no dependen del éxito profesional del hijo con beca para salir adelante. En fin, no vamos a estropear una bonita e inspiradora historia por un poco de realidad. Por muy tozuda que sea la realidad...
Toda una apología de la libertad y del derecho a vivir tu vida como quieras.
Pero, me temo, es una apología rápida y sin poso. Para ser fácilmente digerida por adolescentes sensibles.
Sinceramente, que alguien se suicide por la negativa de los padres a tomar clases de teatro...me parece demasiado melodramático. Directamente: me parece una pataleta de niño mimado. Pero comprendo que le da efectividad al discurso poético y, a esas alturas de la película, ya se ha destapado la caja de las esencias. Ya viajas embriagado por ese mundo de librepensadores y poetas.
Por cierto, librepensadores de pacotilla. Todos alumnos de un colegio elitista que no tienen que trabajar después o antes de las clases. O cuyas familias no dependen del éxito profesional del hijo con beca para salir adelante. En fin, no vamos a estropear una bonita e inspiradora historia por un poco de realidad. Por muy tozuda que sea la realidad...