No conocía esta película de nada, y me ha dado por verla sólo porque vi de casualidad que aparecía el nombre de Renzo Gracie en el reparto, así que asumí que estaría relacionada con las MMA.

Debo reconocer que me ha sorprendido gratamente. Desconozco si la historia está basada en alguna persona real o si es inventada, pero sin dejar de ser más o menos tópica dentro del género, la he visto coherente y sólida durante toda la película. Los actores en mi opinión lo hacen muy bien, en especial el protagonista (Sean Patrick Flanery) que transmite credibilidad en toda su actuación, a lo que ayuda que además es realmente cinturón negro de Jiu Jitsu, por lo que nada resulta forzado durante las escenas de lucha.

Si bien la historia puede resultar previsible porque en cierto modo es una historia de superación que tantas veces hemos visto en otras película, está bien llevada a cabo y eso hace que no reste demasiado al conjunto. Y me ha gustado el mensaje que transmite, donde no se nos presentan las artes marciales como una herramienta con la que iniciar peleas, sino como una herramienta para finalizarlas.

Creo que es una película muy recomendable, para mí ha sido una grata sorpresa.

Scherzo