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España España · Barcelona
Voto de Manu_el_Ruiz:
6
Bélico. Drama Año 1937. Guerra chino-japonesa. En su avance por territorio chino, las tropas niponas llegan hasta Nanking, la capital, donde cometen toda clase de atrocidades. La historia sigue el destino de varios personajes, unos ficticios y otros reales. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2010
31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada mejor para exponer la barbarie y el horror humano que mostrar los hechos acontecidos durante una guerra, sobre todo si lo narrado ocurrió realmente.
La película comienza con el acoso de los japoneses a Nanking, capital de China en 1937, y a continuación desarrolla toda la brutalidad que se cometió sobre sus habitantes chinos.

La mejor manera de narrar todo esto, para llamar la atención sobre la crueldad y la sinrazón humana, es hacerlo en forma realista, sin ahorrar detalles que muestren esa atrocidad. El problema de esta película es que antepone la estética a lo que narra, y todo el impacto de lo que se ve en las imágenes queda diluido por una planificación y un montaje que acaba siendo efectista por momentos en lugar de conciso y descarnado (tan lejos de Rossellini y sus “Roma, città aperta” y “Germania, anno zero”)
El guion no deja de ser algo confuso y los hechos no tienen una continuidad y una progresión. Se van aislando los momentos que el director pretender resaltar, para realizar escenas de alto impacto visual, pero acaba creando confusión en el espectador sobre la historia que cuenta.

La película está bien planificada y está muy conseguida en las escenas de lucha entre chinos y japoneses, cuando muestra las masas apiñadas y encerradas que poco a poco irán siendo masacradas y esa vulnerabilidad humillante de los vencidos ante los vencedores. La pena es que el efectismo se antepone en varios momentos de la película. Como ejemplo sirva la secuencia en que algunas de esas muchachas chinas que son obligadas a prostituirse, y que aparecen siempre medio vestidas, cuando sus cuerpos son arrojados a una carreta aparecen completamente desnudas. Así, apartándose de la lógica de la narración tal como era explicada, consigue que el impacto visual que nos produce la impúdica desnudez de esos cuerpos muertos sea más impactante.

Uno de los mejores momentos del film es cuando el director se olvida de florituras visuales y deja la cámara estática para que sean los hechos los que nos conmuevan en lugar de los encuadres y la planificación.
El fusilamiento de Mr. Tang (Wei Fan) es mostrado en un plano fijo. Recortado ante un montículo, el poste, donde acaban de fusilar a otros prisioneros, al fondo. Al prisionero tratan de vendarle los ojos a lo que se niega, le vuelven a poner las gafas, es llevado y atado a ese poste, el pelotón dispara, el tiro de gracia, el pelotón se retira y en primer término el oficial japonés lo contempla todo impasible. La desnudez de la escena, en una plácida mañana, muestra esa muerte injusta con todo su horror. Eso es suficiente, no son necesarios aderezos de planos para resaltar la crueldad de esa acción.

Película esforzada, realizada con ganas y emoción, algo confusa en el argumento, tan efectiva como a veces efectista y que consigue lo que pretende, aunque sea a costa de amanerar el conjunto.
Manu_el_Ruiz
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