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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Travisloock:
9
Drama Es la época de la unificación de Italia en torno al Piamonte, cuyo artífice fue Cavour. La acción se desarrolla en Palermo y los protagonistas son Don Fabrizio, Príncipe de Salina (Burt Lancaster), y su familia, cuya vida se ve alterada tras la invasión de Sicilia por las tropas de Garibaldi (1860). Para alejarse de los disturbios, la familia se refugia en la casa de campo que posee en Donnafugata en compañía del joven Tancredi (Alain ... [+]
12 de abril de 2008
69 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre de 45 años que camina con la espalda derecha; que el pecho aún respira profundo, henchido debajo de su chaqué; que en la cabeza le adornan rebeldes bucles rubios; que el fruncir del ceño es aún fiero; que los aires de cambios y revolución le hacen asomarse con curiosidad juvenil por la ventana (¿cómo será eso de la demócracia?), que el rostro rubicundo e iluminado le delata los pecados de la carne de la noche pasada con su amante de callejuela oscura; es aún un hombre joven.

Totalmente de acuerdo en que Visconti se relame con su puesta en escena. No sé si es la película que quería hacer, francamente; yo ando aún desconcertado. Sé perfectamente que quería contar la maravillosa historia de “el Gatopardo”, y que sólo se podría narrar contándola con la sucesión de esos momentos selectivos. Pero es cierto que cada momento lo hace desmesurado y distrae al espectador, siendo durante la mitad del metraje las escenas de cacería de Don Fabricio Salina ( Lancaster) y Don Francisco ( Serge Reggiani, magnífico y recuperado de “Paris, Bajos fondos”) las únicas donde la trama realmente avanza coherentemente y con concreción.

Y es que Claudia Cardinale y Alain Delon están correctos y guapos (más guapos que correctos, diría yo), pero no interesan porque tampoco tienen mucho que contar; son secundarios floreros que probablemente tendrían rótulos más grandes que Burt Lancaster en el estreno europeo (aunque se estrenó también en América, en Europa se haría la caja). Así que resulta irónico que la más famosa imposición que se le hizo a Visconti (la de contratar a un actor americano, para estrenarla en América), sea la que le da mayor grandeza al film: Lancaster encabeza desde hoy mi ranking de las 20 mejores interpretaciones masculinas; está magistral.

Por tanto Visconti nos da dos películas: la historia de un desencanto, que es la que me gusta a mí; y otra historia de romance con trajes, palacios, galán guapo y hermosa plebeya (eso sí, con muy buena dote).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Travisloock
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