Mi amado universo Silent Hill ha sido ultrajado con esta secuela. Tras una primera adaptación a modo de acercamiento a la famosa saga de videojuegos con algunos pequeños y perdonables tropiezos pero sobradamente digna de respeto e incluso admiración por los fans nos llega este subproducto disfrazado de secuela que enturbia enormemente la primera película. Casi todo en ella es "cutre". Incluso grandes actores se vuelven cutres dentro de este despropósito. Y de todo lo cutre me tengo que quedar con el vestuario... ese chaleco no es digno de Heather, por favor. Si me pidiesen que salvase algo en este film a parte de la música, que por otra parte carece totalmente de merito al estar sacada del videojuego, sería sin duda la secuencia de los maniquies y quizá la ambientación que tampoco es de lo peor a lo que nos enfrentamos. Lo demás roza el ridículo por momentos.
Conservo la fe en que alguien pueda recuperar algo de esta saga y sorprendernos con una tercera parte, o incluso otra "Silent Hill" totalmente ajena, pero tengo ya poca esperanzas. Mi entrega favorita de Silent Hill se fue por el retrete con esta película y eso es algo que nunca le perdonaré a Michael J. Bassett...