Haz click aquí para copiar la URL
Voto de José Miguel:
6
Intriga Un sacerdote escucha la confesión de un criminal. Cuando las circunstancias implican al cura, y las sospechas de la policía recaen sobre él, entonces tendrá que afrontar una espinosa situación: no puede contar lo que sabe; tiene, pues, que encubrir al culpable porque está obligado a respetar el secreto de confesión. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo confieso retrocede una década para mostrarnos la época dorada del cine negro.
Aquí Alfred H. utiliza algunas innovaciones con su magistral uso de la cámara.
Encontramos escenas expresionistas, por otro lado adyacentes a una trama filosófico-religiosa aunque aquí lo significativo son todos aquellos planos, de los que está cuajado el filme, con los cuales innova el género y que sugieren más al espectador que el propio diálogo y cito un trío de los muchos que podemos encontrar en la cinta: La cámara, como una mirada, se clava en la nuca, una mano detrás de un sillón hace una llamada telefónica con el respaldo como primer plano, un monumental vía crucis tomado desde arriba de plano principal y como fondo el caminar de un cura por una calle.
El tratamiento del guion de Tbaori y Archibald que cinematografía Hichcock tiene un par de agujeros por los que se inunda el barco:
Una vuelta al pasado tontorrona y pueril, parece que estamos viendo otra película de otro director.
El juicio se alarga demasiado ya que la mayor parte vuelve a ser más de lo mismo que ya se ha desarrollado en la película.
Pero son solo dos agujeritos que se pueden tapar con un pulgar.
La interpretación de Monty C., en un papel complicado de realizar aunque para eso está el director, para orientar, queda demasiado plano. Aparece siempre con un gesto sobrenatural como si su personaje no fuera con él. Aun reconociendo sus esfuerzos ni Hichcock, ni él lograron dar con el personaje.
Los secundarios y secundarias se emplean con corrección, destacando a Anne Baxter.
Hichcock y sus guionistas pasan de puntillas por el escabroso tema de infidelidad, religión en el que la mujer sale mal parada y la religión triunfa, no obstante siendo este subtema secundario ya que Yo confieso es una película de cine negro de 1953.
José Miguel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow