Solo el tiempo nos dirá que tan grande será para Marvel la ida de James Gunn, pero de algo hay que estar seguros y es que el director se despide a lo grande de Marvel con un cierre emocionante, cautivador y hasta poético para sus Guardianes de la Galaxia.

La trilogía cierra de la manera más alta entregándonos una estupenda película para cerrar el capítulo de la adaptación más improbable del estudio, pero que el gran James Gunn fue capaz de brindarnos con maestría y cariño. Estamos en presencia de la película que permite ver brillar a todos por última vez en compañía a nuestros queridos personajes Star Lord, Gamora, Drax, Mantis, Nebula, Groot y Rocket. Todos tienen su momento para brillar y tener ese cierre que todos merecían, algunos con la maduración definitiva, otros con un nuevo camino y otros en una despedida para recordar, pero sin duda es el reconocimiento que merecía Rocket, es su película, es su historia y es su ascenso a la grandeza.

James Gunn nos brinda una historia sencilla, pero llena de emociones y de momentos que marcaran al espectador que ha seguido el completo camino de este grupo de personajes. Nos encontramos ante un villano que logra dar lo mejor de sí interpretado de forma impecable por Chukwudi Iwuji que le entrega emociones y acciones a un villano que se posiciona como uno de los más recordables de la saga. Podemos sumar la presentación de nuevos personajes como Will Pouter en la piel de Adam Warlock que sin duda deja muchas más ganas de ver que nos puede entregar en su futuro en Marvel.

Aunque no podemos olvidar a nuestros queridos personajes donde se le permite cerrar su historia con el estudio de forma mágica y gratificante lo que me parece toda una astucia que solo James Gunn podría darnos.

Una película que posiblemente sea lo mejor que nos entregue Marvel en el presente año, pero me deja la sensación que el estudio aún tiene mucho que entregarnos, simplemente debe volver a enfocarse tal como lo hicieron y se lo permitieron a James Gunn.

Un viaje por las risas y por las emociones, con viajes de acción y de drama profundo y con escenas que marcaran profundamente que con esa inteligencia se despide este grupo de desenfrenados imposibles que supieron darle toda la vitalidad a Marvel y demostrarnos que todo es posible en el estudio si sabes dárselo a las manos adecuadas.

Seguramente James Gunn hará de DC algo mucho más apasionante y será una gran perdida para Marvel, pero simplemente nos queda agradecer por brindarnos una de las trilogías más divertidas y apasionantes del estudio y que cierra en la altura máxima como una de las grandes películas que Marvel nos ha brindado.