Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de polvidal:
7
Thriller. Drama Basada en la obra de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43". Narra la historia de Melvin Purvis (Christian Bale), el agente del FBI que en los años treinta dirigió la búsqueda del legendario atracador de bancos John Dillinger (Johnny Depp) y su banda. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta prometía un nuevo ‘tour de force’ interpretativo, al más puro estilo Al Pacino-Robert De Niro en ‘Heat’. Sin embargo, la tensión entre los personajes encarnados por Johnny Depp y Christian Bale no llega a alcanzar en ningún momento el clímax esperado. Lo que parecía un duelo encarnizado entre policía y ladrón, una manifiesta y obsesiva enemistad entre dos sujetos, se convierte en un relato descompensado en el que prima ante todo la visión del perseguido. Johnny Depp es el único e indiscutible protagonista de una película que debió denominarse simplemente ‘Enemigo público’.

Expectativas incumplidas aparte, el filme es un excelente ejercicio de acción sin respiro pero con talento. Desde el minuto uno se suceden las secuencias a base de tiros y metralletas. Aunque en algún momento pueden llegar a ser confusas, la destreza de Mann tras las cámaras se demuestra en su exquisita elegancia y academicismo. El mal gusto jamás entra en escena, pero tampoco lo hace la maestría que desprenden otros filmes del género como ‘Los intocables’ o ‘Camino a la perdición’, quedándose así en la mitad del camino hacia la excelencia.

Dónde sí logra alcanzar momentos sublimes el director norteamericano es en su radiografía de la justicia de los años 30, marcada por la improvisación y la ineficacia. Hay tres momentos de auténtico gozo en los que el atracador de bancos John Dillinger consigue mofarse de sus perseguidores, especialmente el que tiene lugar en una sala de cine repleta de entusiastas colaboradores ciudadanos. Esos movimientos de cabeza a izquierda y derecha son impagables.

Aunque el tratamiento de los personajes es bastante pobre, Michael Mann ha logrado nutrir 140 minutos de metraje con frenética acción sin dejar ni un solo hueco para el bostezo. El sentido del ritmo, sumado a magistrales secuencias e ingeniosos diálogos pueden ser el mínimo necesario para que la Academia de Hollywood termine por condecorarlo con el ansiado Oscar. Otro asunto, bastante más complicado, es que ‘Enemigos públicos’ logre hacerse un hueco entre los clásicos sobre gángsters. Se queda pequeña.
polvidal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow