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7
6,5
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Thriller. Drama
2003, mientras los políticos británicos y estadounidenses maniobran para invadir Iraq, la traductora del GCHQ (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno Británico) Katharine Gun (Keira Knightley) filtra un e-mail clasificado que urge a espiar a miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para forzar una resolución para ir a la Guerra. Acusada de romper el Acta de Secretos Oficiales y enfrentándose a prisión, Katharine ... [+]
16 de octubre de 2019
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras los atentados del 11S, la cúpula de halcones republicanos encabezados por John Bolton, Condoleezza Rice, Donald Rumsfeld y Dick Chaney observaron primero, con estupor, (los atentados) y luego con cómplice regocijo el chivo expiatorio con el que llevar acabo su NOM 2.0 (Nuevo Órden Mundial) viendo que el primer NOM, (Acuerdos de Bretton Woods, 1944) ya presentaba un considerable desgaste y decadencia del dominio anglosajón.
En pleno año 2003, los EEUU de George Bush y el Reino Unido de Tony Blair inician una campaña de captación de aliados para derrocar al dictador Sadam Hussein pero carecen de pruebas y por tanto, proceden a inventárselas con Collin Powell vendiendo su "crece pelo" ante la atónita mirada de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU: nadie creyó la pantomima pero daba igual, se necesitaba un documento legal que permitiera a los EEUU y al Reino Unido masacrar un país tercermundista y, con ello, rodear al verdadero enemigo: Irán.
"Secretos de Estado" de Gavin Hood actúa como máquina del tiempo para ofrecernos en clave de thriler, lo que ya se nos contó en "Fahrenheit 9/11", (George Moore, 2004) o "Leones por Corderos", (Robert Redfor, 2007): de cómo los Estados decrépitos de occidente hacen uso del poder militar y de la información privilegiada para manipular la opinión pública y alienar a una nación entera al desastre: no olvidemos el fariseo drama apologista de "El Francotirador", (Clint Eastwood, 2014) que ensalzaba la figura de un matarife invasor frente a los iraquíes, cual Rudyard Kipling y su "Carga del Hombre Blanco": supremacismo y colonialismo 2.0
La cinta liderada por Keira Knightley goza de ritmo, intriga y la necesaria connivencia del público para mantener en todo momento nuestro interés: la historia ya la conocemos, viendo extractos reales de noticias de la época que retrotraen e inspiran la sensación de impotencia de su protagonista Katharine Gun en su cruzada frente al Goliath: la supuesta moralidad de los estados democráticos esconden sistemas que buscan destruir cualquier forma de disidencia para favorecer intereses espurios muy alejados del ideal de democracias maduras que supuestamente respetan el Imperio de la Ley de cara a la galería.
Por tanto, aunque "Secretos de Estado" no cuenta nada nuevo, la realización, interpretaciones y guion son vibrantes y sólidos. Su principal defecto es la cierta ingenuidad con la que se trata el rol del Reino Unido en aquel plan maquiavélico tejido en los fríos despachos de la industria armamentística, petrolera y financiera y, por ende, el ocultar las atrocidades cometidas por la misma Pérfida Albión.
En pleno año 2003, los EEUU de George Bush y el Reino Unido de Tony Blair inician una campaña de captación de aliados para derrocar al dictador Sadam Hussein pero carecen de pruebas y por tanto, proceden a inventárselas con Collin Powell vendiendo su "crece pelo" ante la atónita mirada de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU: nadie creyó la pantomima pero daba igual, se necesitaba un documento legal que permitiera a los EEUU y al Reino Unido masacrar un país tercermundista y, con ello, rodear al verdadero enemigo: Irán.
"Secretos de Estado" de Gavin Hood actúa como máquina del tiempo para ofrecernos en clave de thriler, lo que ya se nos contó en "Fahrenheit 9/11", (George Moore, 2004) o "Leones por Corderos", (Robert Redfor, 2007): de cómo los Estados decrépitos de occidente hacen uso del poder militar y de la información privilegiada para manipular la opinión pública y alienar a una nación entera al desastre: no olvidemos el fariseo drama apologista de "El Francotirador", (Clint Eastwood, 2014) que ensalzaba la figura de un matarife invasor frente a los iraquíes, cual Rudyard Kipling y su "Carga del Hombre Blanco": supremacismo y colonialismo 2.0
La cinta liderada por Keira Knightley goza de ritmo, intriga y la necesaria connivencia del público para mantener en todo momento nuestro interés: la historia ya la conocemos, viendo extractos reales de noticias de la época que retrotraen e inspiran la sensación de impotencia de su protagonista Katharine Gun en su cruzada frente al Goliath: la supuesta moralidad de los estados democráticos esconden sistemas que buscan destruir cualquier forma de disidencia para favorecer intereses espurios muy alejados del ideal de democracias maduras que supuestamente respetan el Imperio de la Ley de cara a la galería.
Por tanto, aunque "Secretos de Estado" no cuenta nada nuevo, la realización, interpretaciones y guion son vibrantes y sólidos. Su principal defecto es la cierta ingenuidad con la que se trata el rol del Reino Unido en aquel plan maquiavélico tejido en los fríos despachos de la industria armamentística, petrolera y financiera y, por ende, el ocultar las atrocidades cometidas por la misma Pérfida Albión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La cinta en vez de afrontar la cruda realidad de aquella intervención, se ciñe más al relato thrilleresco omitiendo deliberadamente los momentos más escabrosos de la intervención anglo-americana:
El periplo anglosajón en la Guerra de Iraq 2.0 (2003-2011) dejó un reguero vergonzoso de atrocidades: la violación en 2006 de la niña Abeer Qasim Hamzay y posterior asesinato de su familia por parte de una panda de norteamericanos sedientos de sangre y sexo) palizas y abusos a menores en plena calle (escalofriante la actuación de los ingleses en Majar al Kabir, 2007) y la posterior "balcanización" de un territorio tribal malavenido y sodomizado primero por U.K en los años 40' y luego por USA, (impagable el video de Donald Rumsfeld estrechando la mano de Sadam Hussein; vendiéndoles armas químicas para combatir a Irán en el 1983 o masacrar a los kurdos)
¿Existe entonces una "guerra legal"?
El periplo anglosajón en la Guerra de Iraq 2.0 (2003-2011) dejó un reguero vergonzoso de atrocidades: la violación en 2006 de la niña Abeer Qasim Hamzay y posterior asesinato de su familia por parte de una panda de norteamericanos sedientos de sangre y sexo) palizas y abusos a menores en plena calle (escalofriante la actuación de los ingleses en Majar al Kabir, 2007) y la posterior "balcanización" de un territorio tribal malavenido y sodomizado primero por U.K en los años 40' y luego por USA, (impagable el video de Donald Rumsfeld estrechando la mano de Sadam Hussein; vendiéndoles armas químicas para combatir a Irán en el 1983 o masacrar a los kurdos)
¿Existe entonces una "guerra legal"?