No es que sea una película sobresaliente, pero el término inquietante si que le va como anillo al dedo. Empieza bien, se vuelve agobiante y te saca de tus casillas, sobre todo Jason Bateman.

Pero el problema es que parece una película de Sábado tarde o Domingo de sobremesa: un thriller predecible con actuaciones más o menos correctas, pero que no te matan.

Lo más interesante sería el personaje de Jason Bateman, que vendría como anillo al dedo para reproducir el experimento de los ojos azules de Jane Elliot: el diabólico poder del estereotipo para atacar al débil. De eso se sirve el acosador, que como buen depredador "social", detecta algún estereotipo en el débil y se ceba en horadar esa debilidad.

Si hubieran ahondado en ello, la película habría ganado bastantes enteros.

Entretenidilla.