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Voto de Billie_Jean_Fallera:
2
5,1
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Ciencia ficción. Thriller. Drama
Un hombre se obsesiona con una serie de hechos y de sucesos que han sido olvidados colectivamente por miles de personas. Convencido de que se trata del síntoma de un problema a gran escala, su obsesión le lleva a acabar cuestionando la realidad en sí misma. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2020
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Efecto Mandela es un curioso “suceso social” (sin estudio ni demostración científica) que dice mucho en des-favor de nuestra memoria: aunque sea un recuerdo colectivo de varias personas, la memoria sigue siendo mala y comete errores.
Cuando empecé a leer sobre este curioso suceso, me maravillaron varios errores de memoria que yo también compartía con muchas personas: monóculo del viejo rico del Monopoly, las gafas de sol de Tom Cruise en Risky Business, “Espejito, espejito... ¿quién es en este reino la más hermosa” en Blancanieves...pero mucho más flipada me quedé cuando descubrí que mi nitidísimo recuerdo del final de la serie "V", con Donovan despertando en la cama y con su mujer Diana al lado, era un invento total de mi cabeza. Invento que sé que comparto con algunos argentinos, de momento en mi entorno no he descubierto a nadie. Así que me parece un buen pretexto para una película de ciencia ficción.
Cabían muchas vueltas de tuerca y posibilidades, pero a los 10 minutos de empezar a verla, he estado a punto de apagarla cabreada.
Cuando empecé a leer sobre este curioso suceso, me maravillaron varios errores de memoria que yo también compartía con muchas personas: monóculo del viejo rico del Monopoly, las gafas de sol de Tom Cruise en Risky Business, “Espejito, espejito... ¿quién es en este reino la más hermosa” en Blancanieves...pero mucho más flipada me quedé cuando descubrí que mi nitidísimo recuerdo del final de la serie "V", con Donovan despertando en la cama y con su mujer Diana al lado, era un invento total de mi cabeza. Invento que sé que comparto con algunos argentinos, de momento en mi entorno no he descubierto a nadie. Así que me parece un buen pretexto para una película de ciencia ficción.
Cabían muchas vueltas de tuerca y posibilidades, pero a los 10 minutos de empezar a verla, he estado a punto de apagarla cabreada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Estamos ante un coctel de: mucho Matrix teórico, esencias leves de Memento, dosis fuerte de Interestelar, aroma de Show de Truman, mucho Morgan Freeman de documental y una pizca de religión con “Hechos 17:28”.
La cosa promete algo, si dejas que te encajen que el “Efecto Mandela” puede ser algo relacionado con la física cuántica y no un error de memoria. Debate muy sobado, pero por el que es fácil dejarse llevar si es de la mano de personas como:
Geordie Rose, fundador de la compañía de computación cuántica D-Wave Systems (aquí se apoya todo el guion).
Neil deGrasse Tyson, astrofísico y conocido divulgador.
Michio Kaku, físico teórico.
James Gates, físico teórico.
Stephen Hawking, físico teórico, astrofísico y cosmólogo.
“Principio de incertidumbre de Heisenberg”.
Nick Bostrom, filósofo sobre inteligencia artificial.
Sam Harris, filósofo y neurocientífico.
Elon Musk, físico bien conocido por su faceta de inventor...
Y entre todas estas mentes privilegiadas y también amigas de lo fantástico, meten un toque del genial y loco Philip K. Dick, para darle sabor a literatura de ciencia ficción, no iba mal.
Cuando de pronto, ponen en pantalla otras muchas personas e ideas incompatibles totalmente con la buena coherencia de la película y la salud mental de mi cerebro…
Fiona Broome, bloguera que acuñó el término "Efecto Mandela” y además es consultora paranormal y da cursos para cazar fantasmas.
Eso tan interesante que se llama, ¿Biocentrismo?.
Dean Radin, parapsicólogo.
John Hagelin, graduado en físicas y líder de Meditación Trascendental en EEUU.
Menas Kafatos, físico amiguito de Deepak Chopra con el que gusta escribir libros de física y espiritualidad.
Neil Theise, profesor de medicina y patólogo investigador de células madre. Este señor que no conozco no sé qué hace por ahí…¿será un fallo del sistema?
Julia Mossbridge, psicóloga y científica interesada en el "amor y el tiempo", directora del Instituto de Ciencias Noéticas (IONS).
Rudolph E. Tanzi, neurólogo y también amiguito Deepak Chopra con el que escribe libros sobre alimentación y envejecimiento.
Aquí iba a dejar la película, pero pensé que podía ponerse interesante si la línea del argumento se convertía en una denuncia y prevención a las pseudociencias. Podían estar mostrando cómo una persona, víctima de una situación traumática (muerte de una hija), puede a partir de suposiciones científicas caer en el discurso de charlatanes que le prometen y dan lo que necesita: "una realidad paralela a la que puede entrar para estar con tu hija". Pero no, no es ese el pretexto de la película…
El protagonista es programador de videojuegos, gracias a esto y a algo de cultura en física cuántica que adquiere rápidamente por Internet, y con una computadora cuántica que le facilita el Dr. Fuchs (mezcla de Morgan Freeman y James Gates) será capaz de hacer un viaje con buen final. Y ya.
Lo interesante (léase en modo ironía) es que el protagonista anda por ese mundo paralelo antes incluso de cargar el programa, con lo cual queda abierto a que cada uno piense lo que quiere, ¿locura o programación? Y tú, ¿de que color tomas la pastilla, azul o roja?...total, un churro de película producto de un consumo indiscriminado de ciencia con demasiada pseudociencia.
La cosa promete algo, si dejas que te encajen que el “Efecto Mandela” puede ser algo relacionado con la física cuántica y no un error de memoria. Debate muy sobado, pero por el que es fácil dejarse llevar si es de la mano de personas como:
Geordie Rose, fundador de la compañía de computación cuántica D-Wave Systems (aquí se apoya todo el guion).
Neil deGrasse Tyson, astrofísico y conocido divulgador.
Michio Kaku, físico teórico.
James Gates, físico teórico.
Stephen Hawking, físico teórico, astrofísico y cosmólogo.
“Principio de incertidumbre de Heisenberg”.
Nick Bostrom, filósofo sobre inteligencia artificial.
Sam Harris, filósofo y neurocientífico.
Elon Musk, físico bien conocido por su faceta de inventor...
Y entre todas estas mentes privilegiadas y también amigas de lo fantástico, meten un toque del genial y loco Philip K. Dick, para darle sabor a literatura de ciencia ficción, no iba mal.
Cuando de pronto, ponen en pantalla otras muchas personas e ideas incompatibles totalmente con la buena coherencia de la película y la salud mental de mi cerebro…
Fiona Broome, bloguera que acuñó el término "Efecto Mandela” y además es consultora paranormal y da cursos para cazar fantasmas.
Eso tan interesante que se llama, ¿Biocentrismo?.
Dean Radin, parapsicólogo.
John Hagelin, graduado en físicas y líder de Meditación Trascendental en EEUU.
Menas Kafatos, físico amiguito de Deepak Chopra con el que gusta escribir libros de física y espiritualidad.
Neil Theise, profesor de medicina y patólogo investigador de células madre. Este señor que no conozco no sé qué hace por ahí…¿será un fallo del sistema?
Julia Mossbridge, psicóloga y científica interesada en el "amor y el tiempo", directora del Instituto de Ciencias Noéticas (IONS).
Rudolph E. Tanzi, neurólogo y también amiguito Deepak Chopra con el que escribe libros sobre alimentación y envejecimiento.
Aquí iba a dejar la película, pero pensé que podía ponerse interesante si la línea del argumento se convertía en una denuncia y prevención a las pseudociencias. Podían estar mostrando cómo una persona, víctima de una situación traumática (muerte de una hija), puede a partir de suposiciones científicas caer en el discurso de charlatanes que le prometen y dan lo que necesita: "una realidad paralela a la que puede entrar para estar con tu hija". Pero no, no es ese el pretexto de la película…
El protagonista es programador de videojuegos, gracias a esto y a algo de cultura en física cuántica que adquiere rápidamente por Internet, y con una computadora cuántica que le facilita el Dr. Fuchs (mezcla de Morgan Freeman y James Gates) será capaz de hacer un viaje con buen final. Y ya.
Lo interesante (léase en modo ironía) es que el protagonista anda por ese mundo paralelo antes incluso de cargar el programa, con lo cual queda abierto a que cada uno piense lo que quiere, ¿locura o programación? Y tú, ¿de que color tomas la pastilla, azul o roja?...total, un churro de película producto de un consumo indiscriminado de ciencia con demasiada pseudociencia.