“Los Mercenarios 3” repite la premisa de “Los Mercenarios” y "Los mercenarios 2" en clave de "mas fuerte cuanto más grande", o sea, vamos a matar más, vamos a poner más cuchillos y brazos rotos y vamos a aturdir al espectador con un ejercicio de destrucción digno de las películas catastróficas. ¿Solo se les ha ocurrido eso para continuar la saga? Pues sí, y tampoco es malo porque reconozcámoslo, esto no es Shakespeare y no hay que esperar grandes soliloquios y escenas de acción high tech. No, esto es la franquicia "The Expendables" y está franquicia se basa en el homenaje a las descerebradas películas de acción de los 80s. Pues eso, no le pidamos peras al olmo cuando las peras están sabrosas.

“Los Mercenarios 3” es, efectivamente, la más grande de las tres pero también la más impersonal y le que mas funciona con el piloto automático puesto. Mientras las otras dos eran un divertido homenaje al cine de acción de los 80s, esta es un homenaje a sí misma, repitiendo fórmulas que funcionaron en las dos primeras pero sin atreverse a ir más allá en el concepto, limitándose a hacer más ruido y poner más chistes en boca de sus protagonistas. ¿Consigue eso hacer la película más grande que sus predecesoras? Por supuesto, es mucho más grande pero no es mejor y es que, a pesar de haber perdido cierta personalidad, hay que reconocer que las escenas de acción son muy buenas (la del puerto de Mogadiscio es excelente y la batalla final es sencillamente un perfecto ejercicio de cine de acción), además la factura de “Los Mercenarios 3” es impecable y se nota que han cuidado con esmero el tempo cinematográfico para condensar sin aturdir y para alargar sin aburrir. Pero vamos, que por muy bien que este rodada (que lo está) esto no es Kubrick ni Almodóvar, esto es un divertimento con fecha de caducidad sin más pretensiones que entretener. Todos los actores cumplen con su cometido y las nuevas incorporaciones (Harrison Ford, Wesley Snipes, Antonio Banderas...) llaman a convertir esta franquicia en lo más parecido a un geriátrico hipervitaminado que funciona como una máquina perfectamente engrasada pero que es solo eso: una máquina. Y las máquinas carecen de sentimientos así que no esperéis ver las escenas intimistas de este “Los Mercenarios 3” sin evitar sonreír de lo ridículas que son. Pero no os preocupéis, tampoco hay muchas.

¿Recomendable? Si las dos primeras os gustaron, esta os encantará (ofrece muchísimo más de lo que promete) aunque argumentalmente la franquicia comience parecerse a un remake de la televisiva “El Equipo A” con mas buenas intenciones que resultados. Pero bien visto, si tienes toda esta testosterona dentro… ¿Quién necesita un buen guión? Acción a raudales (magníficamente rodada) y poco más. Una maravilla descerebrada, vamos. ¿Mi nota? Mi particular definición de buena película es aquella que me entretiene por encima de cualquier otro valor y esta "Los Mercenarios 3" es una película que entretiene, mucho. Y, por mucho que me pese, acaba siendo una buena película.

Lo mejor: Las escenas de acción están bien rodadas y mejor montadas (especialmente la batalla final en ese escenario de videojuego). Un Antonio Banderas sorprendentemente paródico. Lo descerebrado de la batalla final donde todo vale. Su capacidad para entretener. La inaudita química entre Kelsey Grammer y Sylvester Stallone.

Lo peor: El papel de Mel Gibson es demasiado corto para ser el epicentro (y malvado) de la historia. Un guión flojo que aprovecha los aciertos de sus dos predecesoras pero carece de toda pretensión. Tendencia a ir a lo seguro.