Comedia de enredo en el sentido mas clásico servido por el que (hace años) fuese uno de los mejores directores de comedia (Peter Bogdanovich) que ahora parece desfasado y sin personalidad, como si quisiese imitar a Woody Allen en esta comedia que apenas funciona gracias a unos solventes actores (algunos de los cuales están mas fuera que dentro de la película). El anacronismo es lo que se impone en esta caduca comedia que suple su pésimo guión con estilo y oficio pero que no son suficientes para que evitar el olor a rancio que desprende una película donde todo funciona de manera impostada, sin fluir, como buscando la sonrisa forzada. Es una pena que el maestro Bogdanovich haya vuelto al cine para ofrecernos algo tan poco moderno y tan encorsetado en si mismo.