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Voto de Mikel:
7
7,2
29.068
Romance. Drama
Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al ... [+]
8 de mayo de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es evidente que, al ver una película, te influyen muchísimo las opiniones que has oído sobre ella previamente. Quizá sea por ello que, en este caso, mi mayor sentimiento fue el de decepción, aunque es probable que la culpa fuera mía y de mis grandes expectativas. A pesar de que no la viví como un peliculón, sí que la considero una buena obra, aunque con algunos defectos bastante destacables.
Para mí, claramente el factor protagonista y lo más interesante de toda la película es la ambientación, lograda como solo los italianos saben hacer. A través de la pantalla casi podemos oler la hierba recién cortada, sentir el calor del sol del mediodía o notar la frescura del agua del río. Aquí la ambientación no es un simple telón de fondo, sino que cobra vida, convirtiéndose en una entidad propia, y mostrándose extraordinariamente real, de una forma similar a la que sucede en “Cinema Paradiso” o en “Amarcord”. En esta ambientación, se perfilan unos personajes interesantes, a los que da vida un buen elenco de actores.
Entonces, ¿dónde está el problema? En primer lugar, en que para mí no cumple con una de las principales funciones del cine, es decir, entretener. Efectivamente, sus más de dos horas de duración son exageradas e injustificadas. Por muy bonitos que sean todos y cada uno de los planos, a la historia le sobra, por lo menos, media hora de metraje. En el momento en que el espectador pierde la atención y el interés sobre la trama, la película fracasa de alguna manera. En segundo lugar, tenemos el problema de la coherencia, que en algunos momentos brilla por su ausencia, algo que explicaré en la zona de spoilers, para no molestar a nadie.
En definitiva, nos encontramos con una buena película, en la que es toda una delicia admirar su ambientación, su música y la ternura de muchos de sus personajes… pero no durante más de dos horas.
Para mí, claramente el factor protagonista y lo más interesante de toda la película es la ambientación, lograda como solo los italianos saben hacer. A través de la pantalla casi podemos oler la hierba recién cortada, sentir el calor del sol del mediodía o notar la frescura del agua del río. Aquí la ambientación no es un simple telón de fondo, sino que cobra vida, convirtiéndose en una entidad propia, y mostrándose extraordinariamente real, de una forma similar a la que sucede en “Cinema Paradiso” o en “Amarcord”. En esta ambientación, se perfilan unos personajes interesantes, a los que da vida un buen elenco de actores.
Entonces, ¿dónde está el problema? En primer lugar, en que para mí no cumple con una de las principales funciones del cine, es decir, entretener. Efectivamente, sus más de dos horas de duración son exageradas e injustificadas. Por muy bonitos que sean todos y cada uno de los planos, a la historia le sobra, por lo menos, media hora de metraje. En el momento en que el espectador pierde la atención y el interés sobre la trama, la película fracasa de alguna manera. En segundo lugar, tenemos el problema de la coherencia, que en algunos momentos brilla por su ausencia, algo que explicaré en la zona de spoilers, para no molestar a nadie.
En definitiva, nos encontramos con una buena película, en la que es toda una delicia admirar su ambientación, su música y la ternura de muchos de sus personajes… pero no durante más de dos horas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La mejor escena de toda la película es, sin ninguna duda, el discurso que le da el padre a su hijo con el corazón roto. Creo que muy pocas veces hemos visto en la pantalla un reflejo tan interesante del amor de un padre, así como de la comprensión, de la experiencia que habla en una edad muy madura de los sentimientos que tuvo cuando era joven. Es un momento en el que se condensa el amor más puro, la empatía, la comprensión, el recuerdo y la melancolía en unos pocos minutos. Solo por ese momento, merece la pena ver la película.
Pero podemos hacer la otra lectura. Si nos apartamos de los sentimientos que este momento nos transmite, deberíamos llegar a la conclusión de que no parece muy razonable que, en los años 80, un hombre se muestre absolutamente conforme (¡e incluso feliz!) de que su hijo adolescente mantenga una relación amorosa con un hombre que, además, es muchísimo mayor que él. Esto nos lleva a uno de los fallos que veo en esta película: la coherencia. Una coherencia que también me falta en el enamoramiento tan poderoso de los dos personajes, que no me acaba de convencer y que no deja de parecerme irreal.
Pero podemos hacer la otra lectura. Si nos apartamos de los sentimientos que este momento nos transmite, deberíamos llegar a la conclusión de que no parece muy razonable que, en los años 80, un hombre se muestre absolutamente conforme (¡e incluso feliz!) de que su hijo adolescente mantenga una relación amorosa con un hombre que, además, es muchísimo mayor que él. Esto nos lleva a uno de los fallos que veo en esta película: la coherencia. Una coherencia que también me falta en el enamoramiento tan poderoso de los dos personajes, que no me acaba de convencer y que no deja de parecerme irreal.