Bajo la premisa de que los adultos esconden todo con mentiras, un niño navega entre la culpabilidad o la inocencia de su padre el cual es acusado de la muerte de un hombre. Es aquí por donde transcurre la película, en los constantes vaivenes sentimentales de Andreu, esto junto con todo el contexto que le rodea, una familia que en general inspira desconfianza.

El tema político es bastante tocado durante el filme, rescatando evidentemente el énfasis que hace en esta familia perteneciente a los perdedores de la guerra civil española, los rojos, los de izquierda. La gran protección que hace de sus ideales el papá de Andreu, Farriol (Roger Casamajor), mencionando que sin ellos no somos nadie y que no se deben dejar de lado.

Así mismo, la película mezcla el famoso mito de Pitorliua con la realidad, y el asesinato del hombre encontrado en el bosque, o también por momentos en algunos aspectos metafísicos que se hacen mención. Sinceramente la película no me ha terminado de convencer, me parece que divaga mucho en estas cuestiones mencionadas con anterioridad y pierde solides en el relato.