El film se va narrando sobre dos vertientes, la primera es un juicio que se está celebrando, donde de paso conocemos a la protagonista del film, Josey Aimes (Charlize Theron). La segunda, se van mostrando las acciones que se van diciendo en esa estancia judicial.

Poco a poco la historia se nos va develando y es como nos damos cuenta que Josey es madre de dos hijos (uno entrando a la adolescencia = conflictos madre-hijo), que está soltera y que para intentar salir adelante busca un trabajo en una mina.

Ahí es donde comienzan una serie de hostigamientos y abusos por parte de los hombres (claramente una abultada mayoría) que trabajan en ese lugar, y que ciertamente hacen lo que les da la gana.

Josey debe luchar ante unos jefes inoperantes, unos compañeros de trabajo en su mayoría machistas, compañeras de trabajo que intentan obviar los problemas para no perder su trabajo, una familia que le da la espalda y una reputación de problemática.

El film muestra todos esos abusos sin ningún tipo de problema o temor, es bastante recto en ese asunto, sin embargo, sobre el final se antoja reiterativo y como que se da muchas vueltas al asunto.

La película es bastante correcta, a pesar de los detalles previamente mencionados, es un film con muy buenas intenciones, que logra cumplir y hacer un despertar de conciencia sobre estas luchas que a veces se dejan de lado.