Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de Laura:
6
Drama En la Coney Island de la década de los 50, el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco ... [+]
28 de enero de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wonder Wheel (Woody Allen, 2017) es la película número ochenta y uno del director norteamericano y posiblemente una de sus cintas más amargas. Allen retrocede a la década de los cincuenta y nos cuenta la historia de Ginny (Kate Winslet), una mujer próxima a la cuarentena que soñó con ser actriz, pero que ahora trabaja como camarera, está casada con un hombre mayor y alcohólico y tiene un hijo pirómano. Una mujer frustrada que verá como su vida da un vuelco tras la llegada de la hija de su marido y con el inicio de una relación con el joven guardacostas y aspirante a escritor, Mickey (Justin Timberlake).
Ginny es una mujer inestable que ha tenido que renunciar a sus sueños, para centrarse en la monótona cotidianidad. En ese sentido resulta interesante la dicotomía que se crea entre la realidad y los sueños, ya que Ginny está constantemente recordando lo que pudo ser y no fue y lo que ella era y ya no es. Varias veces le relata a su hijo batallitas de cuando era una joven actriz o cuando está con Mickey son muchas las ocasiones en las que la invade la melancolía. Pero rápidamente los sueños son abordados por la realidad que representa a la perfección Humpty (James Belushi), el marido pragmático y tosco de Ginny. De esta dicotomía puede también desprenderse una honda insatisfacción. Ginny convive con la aspiración, posiblemente mentirosa, de poder aspirar a ser algo más. Una aspiración que le hace vivir anclada en el pasado y que le impide disfrutar de su presente o tener la valentía de construirse otro presente nuevo. En cada plano uno puede ver como Ginny está hastiada de su marido y de todo lo que le rodea, pero prefiere tomar una posición pasiva. Hay una secuencia en la que se queja de que siempre tiene que recoger ella la mesa, como si fuera la criada, pero al instante da marcha atrás en sus quejas. Parece que a Ginny le resulta más cómodo quejarse, sin tomar partido, en una forma de actuar que es sin duda resultado de su personalidad inestable y tendente a la bipolaridad. Pudiendo así un día verla ilusionada ante su relación con Mickey y otro acabar enfurecida por el supuesto acercamiento de éste a Carolina (Juno Temple). Ginny no es capaz de racionalizar las situaciones y se deja llevar por el torrente de emociones que le llevan incluso a gastarse quinientos dólares en un reloj para Jackie.
Más en planoamericano.wordpress.com
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Laura
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow