Empecemos señalando que Jason Bateman no es el protagonista. Me da que cronómetro en mano; Rebecca Hall le roba bastantes minutos. Desde las sombras; eso sí, va asomando sus colmillitos poco a poco hasta hacernos reflexionar un poco. Tampoco demasiado que esto es Hollywood y al final, tras un par de más que interesantes giros de guión, no deja que toda la sangre llegue al río. No obstante, la que llega es más que interesante.

Un joven pareja decide darse un, tan americano, nuevo comienzo mudándose desde Chicago hasta Los Angeles. Una vez instalado en su nueva casa, de compras, se encuentran con un antiguo compañero de clase de él del que les va a costar un poco librarse.

Cierto que la premisa no es demasiado original e incluso los primeros minutos son bastante sosos y desprenden un ligero tufillo a estreno tv, pero a poco que aguantes la primera media hora la cosa se pone más interesante por momentos.
Para los que creen en el karma.