Haz click aquí para copiar la URL
España España · Algeciras
Voto de ghaliano:
4
Drama Historia de la relación entre un padre y su hija a lo largo de 25 años. Todo comienza en Nueva York en la década de los 80, donde Jake Davis, novelista ganador del Pulitzer y viudo reciente tras la muerte de su esposa, lucha contra una enfermedad mental al tiempo que intenta criar a Katie, su hija pequeña. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2016
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partiendo de la premisa de que intentar vender una comedia romántica en los tiempos que corren en los que la juventud está más interesada en otros menesteres tiene su mérito, De padres a hijas no deja de ser una película mediocre y con tantos fallos que mejor recuperar un clásico de los noventa que perder el tiempo con ella.

Empecemos por su protagonista, Russel Crowe; que más que actuar lo que intenta es ser John Goodman. Lo hace tan bien que hay momentos en que no sabrás muy bien si es uno u otro. ¡Bien por el "bueno" de Crowe!

Las escenas padre-hija desprenden tal melaza que a los 20 minutos de metraje observarás como la pantalla de tu televisor empieza a llenarse de abejas intentado libar. Pobrecitas, lo único que van a conseguir es una sobredosis de iluminación ámbar en las escenas románticas para que la cosa sea aún más pegajosa. Es precisamente esa iluminación el único esfuerzo que vas a ver a nivel fotografía, todo lo demás es tan plano como las actuaciones de Diane Kruger(que no sé muy bien por qué aceptó el papel), Amanda Seyfried(que lleva puesta la misma careta toda la película y Aaron Paul que hace lo que puede con lo que tiene. Mención especial merece la actuación de Jane Fonda que está esplendorosa haciendo de sí misma. Cada vez que sale sólo piensas: ¡Es Jane Fonda!

La dirección es inexistente. No hay nada peor para una película que parezca un estreno TV. Poco hay del director de En busca de la felicidad en este más que alargado film.

La banda sonora tampoco ayuda mucho, lo único que consigue es subrayar los momentos empalagosos más aún si es posible. Recordad, más abejas revoloteando el televisor...

Centrándonos en la trama la cosa no mejora mucho; un matrimonio con una niña sufre un accidente de coche en el que muere la madre, el padre tendrá que dejar a la pequeña a vivir con la familia de su cuñada mientras se interna en un psiquiátrico para superar unos problemitas que le surgen tras el accidente. Al salir tiene que luchar por mantener la custodia de su hija ya que el malvado de opereta de su cuñado quiere quitársela.
Como veis no es ninguna maravilla pero si además le sumamos enormes fallos como la llegada a una fiesta que dan sus cuñados en la que nadie se acerca a él siendo ganador de un Pulitzer, ese inexplicable internamiento de siete meses que no sirve para nada. Unos diálogos ampulosos como el de el del León y la necesidad de ser escritor, la parte laboral de Amanda que además de ser poco creíble no aporta nada y sobre todo como escamotean el desenlace del juicio que era lo único que mantenía el interés. El guión se va desinflando por momentos.

Pero sin duda alguna, donde más vergüenza ajena sentirás será cada vez que oigas a John Goodman...perdón...Russel Crowe llamar 'Patatita' a su pequeña. Verdadera vergüenza ajena.

Para cuando termine, las abejas ya habrán fabricado un panal junto a tu televisor y Vivirán felices y comerán perdices.

Película para los que gusten del almíbar almibarado.
ghaliano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow