Pero, ¿cómo pueden estar seguros en el pueblo de que Lukas es un buen hombre? ¿lo tendríamos tan claro si en lugar de verlo desde fuera tal y como el realizador de la película lo enseña sucediera en nuestro pueblo? Yo, al menos, creo que sería uno más de esas profesoras de guardería que no lo quieren ni ver.

Todo parece claro, un hombre injustamente acusado al que se le arruina la vida de repente y sin motivo. Pero yo me pasé toda la segunda mitad de la película inquieto, pensando que en cualquier momento el director iba a dar un giro y nos iba a hacer sentir derrotados porque después de sentir por el protagonista descubririamos que era culpable. Eso no pasó hasta dos horas después de salir del cine.....