Una visión muy particular de el cuento de la sirenita. Por una vez Miyazaki se olvida de la aeronáutica para centrarse en enormes olas y seres marinos. No podía dejar de aludir en este enternecedor cuento para niños y mayores un mensaje ecologista bastante informativo. Sin ser una de sus mejores películas destaca por su simplicidad y buen gusto a la hora de recrear un mundo de fantasía y sentimientos. Por una vez la heroína queda relegada, no a un segundo puesto si no a la par que el niño de sus ojos y protagonista. Si alguna vez sentiste amor, gratitud, compasión o fuiste vencido por la ilusión o la inocencia te gustará.