Killshot tiene para mí como reclamo particular la aparición de Mickey Rourke, la estrella que viene de vuelta, la segunda oportunidad que todos deberíamos tener. Eso y el argumento de la película junto a la dirección por parte de John Madden.
Un thriller al uso con toques de acción como este puede dar mucho de sí, y Rourke lo sabe. Por eso llena de matices a un personaje callado que actúa con total reflexión cada acto y que prefiere no hablar demasiado, un navajo asesino a sueldo que sabe como hacer su trabajo. Diane Lane cumple sin alardes y Thomas Jane hace lo propio. Un notable Joseph Gordon Levitt en un papel bastante desquiciado sobresale en el reparto junto con Rourke.

La cinta viene a ser una persecución por parte de los asesinos con una serie de casualidades de por medio que van agravando la situación hasta hacerla insostenible. El comienzo es arrollador o al menos a mí me lo pareció, perdiendo fuelle en algunas partes y dejando algunas lagunas (pocas) y detalles sin pulir demasiado en el perfil de algunos personajes, al menos a mí me hubiera gustado saber algo mas sobre Blackbird.
La historia queda finalmente bien resuelta con un final que al menos yo veía venir, dejando un regusto a lo que es, thriller de acción con un sobresaliente Rourke que solventa su papel sin despeinarse, casi sin esfuerzo. Y eso es posiblemente lo mejor de la cinta.
En fin, Madden recupera a Rourke en plena forma interpretativa en una película donde las casualidades, pueden llegar a matar. Bastante entretenida.