Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Miguel Moreno:
9
Drama. Aventuras Basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido montañero y escalador norteamericano que se hizo famoso porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones de Utah, sufrió una caída y quedó atrapado dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión. (FILMAFFINITY)
12 de enero de 2011
31 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo último de Danny Boyle deja un gran sabor de boca. Y lo hace dejándonos gran parte del metraje sedientos como el propio protagonista, sin agua que llevarnos a los labios. Esta historia real aparece tan bien condensada en su metraje que es imposibe desviar la atención.
La personalidad del director es palpable en varios planos de la cinta, que además muestra aquí un gran potencial. La historia es sencilla como pocas, y precisamente ahí reside la dificultad de rodarla. Es entonces cuando entra la sublime interpretación de James Franco, sin duda la mejor de su carrera.
Al igual que ocurrió con Buried, el personaje y las circunstancias en las que se encuentra acaparan la película. Para esto, hace falta una dirección de calidad y una interpretación de calidad. Y tanto Boyle como Franco cumplen con nota. En este caso y al igual que en Buried, al menos yo sufrí, aguanté, lloré y reí con el personaje. Si uno es capaz de todo eso, está ante una obra bastante redonda. Lograr empatizar de esta manera resulta una tarea harto difícil.

La manera de contarnos como sucede todo, las grabaciones en la cámara por parte del protagonista, los flashbacks, el hecho de ver tu vida ante tus ojos cuando crees que ya no queda esperanza....y por si fuera poco incluso hacerte reír (hay una escena particularmente brillante de Franco frente a su cámara) resultan impecables.
Si a todo ésto le sumamos una potente y vigorosa metáfora de la superación personal por la vida, Boyle vuelve a brillar de nuevo. Digo más, es una muestra de cómo hacer buen cine sin grandes fuegos de artificio ni millones de dólares en producción o efectos especiales. Se trata casi, de una cinta artesanal. No hay plano que sobre.

A buen seguro que despúes de ésto a Franco le lloverán buenos guiones, todo llega al final. Y es que en este caso, tanto actor como director merecen un sobresaliente en sendos trabajos.
Chapeau, Boyle, me quito el sombrero, James.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miguel Moreno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow