Lo mejor que tiene este espectáculo es ver como las viejas glorias, disfrazados para la ocasión de infalibles agentes secretos retirados, se lo pasan bomba, y nosotros viéndolos, dentro de una trama fácilmente olvidable y elaborada para la ocasión.
Y esto es así de claro, mi buen Bruce, mi querido John, el incombustible Morgan, y la incunable Helen. Todos ellos metidos en una trama policiaca de agentes secretos con muy mala leche y peinando canas ya. Pero no por ello dejan de ser peligrosos. Con cameos de por medio, incluido el olvidado Richard Dreyfuss. Y además se lo pasan bomba ellos.

Las escenas de acción están bien implementadas, todos los actores se lo pasan bien en el festival, y nosotros no pedimos más. Y no pedimos más porque ya salimos llenos, no queremos postre.

Bien es cierto que no quedará para los anales de la historia del cine, ni contiene las mejores secuencias de acción rodadas hasta la fecha. Pero tampoco hacía falta. Que podría haber sido más? si, pero no creo que lo pretendiese.

Y entretiene, que para eso se creó el celuloide al fin y al cabo.