Si hay un género que ha resurgido en los últimos años es la comedia romántica. En todos los casos y siempre con unos excelentes guiones hemos podido ver películas como Blue Valantine, Ruby Sparks, Las ventajas de ser un marginado y Un invierno en la playa. No he citado El lado bueno de las cosas, porque no está al nivel de las citadas, pese a ser una propuesta interesante.
En Un invierno en la playa todas las historias son importantes, con unos personajes muy sinceros. Casi todos los interpretes están muy bien y es el mejor reparto joven de los últimos años, destacando Lily Collins y Nat Wolff, que están impresionantes como hijos de Kinnear y Connelly, pasando por momentos dramáticos y románticos muy buenos. Tanto Connelly como Kinnear son de los mejores intérpretes de reparto del momento, se prodigan poco, pero siempre eligen sus papeles y en este caso no defraudan. Los personajes que nos sacan una sonrisa son William y Tricia, siempre sinceros y con unos diálogos muy irónicos.Todos los personajes tienen grandes momentos dramáticos.
Todo esto no podría funcionar sin este gran guión, que además es muy literario en cuanto a que muchos de los personajes son escritores, pero con todas esas referencias al mundo de los libros, nunca se convierte en una película pedante o que emplee diálogos literarios excepto cuando sean necesarios. De lo poco mejorable son aspectos visuales, ya que en esto se parece al resto de las típicas películas románticas, seguramente no sea necesaria una fotografía variada para mejorar lo que nos cuenta el guión. La banda sonora es buena, aunque no llega al nivel de Las ventajas de ser un marginado.
Otro de los aspectos mejorables es el final, creo que un guión tan bueno podía haber arriesgado un poco más y haber terminado de otra forma. Pero siendo mejorable no es un final malo, sino simplemente típico y esperado. Como siempre digo prefiero un final esperado, pero sin errores a intentar hacer giros inexplicables que estropeen el resto de la película.