Secuela estruendosa y pesada de la exitosa The Mummy que no ofrece nada nuevo bajo el Sol, más bien nos encontramos ante la misma película pero en versión infantil (el argumento es bastante parecido), aderezada con un prologo protagonizado por The Rock y muchos efectos especiales.

El argumento es sencillo, sin que nadie sepa ni cuando ni como la antigua novia del sacerdote magnicida regresa a la vida (reencarnada, resucitada?) y busca por todos los medios devolver de entre los muertos a su amado. Como no, para que esto tenga algo de salsa, la señorita Rachel Weisz resulta que ha tenido unos sueños donde revive la época donde vivieron el Faraón y su corte de eunucos (Cuando desvelan quién era ella en aquel tiempo por poco no me caigo de espaldas, el colmo de la boberia) y entre ella y su marido encuentran un misterioso brazalete que parece ser una poderosa llave.

A partir de aquí viene una persecución por Egipto (me niego a referirme a la figura del niño, personaje que mejor que hubiera "bebido de las aguas del Nilo" a los cinco minutos de la película) hasta que por fin se encuentran Brendan Fraser con Arnold Volsoo y bla, bla, bla.

Conclusión: Flojísima. Recomendada a niños especialmente, fanáticos de la saga (espero que pocos), pre adolescentes y poco más.