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España España · Valladolid
Voto de Marcos B:
6
Romance. Drama Abril y Daniel no se han vuelto a ver desde que ella se fue a buscar trabajo a Londres y rompieron su relación sentimental. Cinco años después, y sin haber mantenido contacto desde entonces, Abril regresa a Sevilla para el funeral de su abuela y vuelven a encontrarse. Juntos recorren la ciudad de nuevo, recordando lo que tuvieron, lo que olvidaron y lo que podían haber sido. Y cuando ella se da cuenta que echa mucho de menos a su ... [+]
22 de agosto de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la vida existen acontecimientos que nos hacen mirar y volver atrás, recogiendo esos instantes pasados, con aire cicatrizante para heridas pasadas aún abiertas. Es prácticamente imposible no volver a tus raíces, sin que el encuentro de lo que fuiste y las personas que una vez amaste, hagan acto de presencia en un íntimo encuentro personal de difícil deriva. En el peor de los casos, un fallecimiento de alguien cercano se convierte en el desencadenante del retorno; por otro lado, es ese fatal trago el que es capaz de unir lazos desatados para hacer balance vital.

La muerte de la abuela de Abril (Silvia Acosta) es el detonante de su regreso a Sevilla desde Londres, donde trabaja en los estudios auspiciados por el arquitecto Norman Foster. Desde la llegada a la capital andaluza, nos acercamos a mirada de Abril: esas carreteras que nos resultan familiares, esos carteles de trayecto que nos acercan al nido, los familiares y amigos en el velatorio, y la presencia de Daniel (Jacinto Bobo), quien fuese novio de Abril durante cinco años hasta una abrupta ruptura.

Guillermo Rojas, director y productor, debuta en el largometraje con sencillez y acierto. Transforma a Sevilla en un personaje más, en el que los lugares que fueron importantes para nuestros protagonistas aportan sumando. Los paseos por las calles durante la breve estancia de Abril, librerías en peligro de extinción donde trabaja Daniel como Cuentacuentos infantil, pequeños cines de arte y ensayo en los que se proyecta el trabajo de Jonás Trueba; esos juegos de miradas, o los hermosos roces de la mano en la butaca del cine. La noche sevillana más europea que nunca; a través de sus bares, al encuentro fortuito de esas canciones que tanto nos dicen en el momento menos esperado.

Planos largos en los que las conversaciones van fluyendo. Recuerdos y cruces de reproches sanadores. La cámara en mano y su dinamismo, en otras ocasiones estática, cuando como observadores al otro lado tememos romper el hechizo. La elegancia, sutileza y respeto de un objetivo que se retira con fundido, después del cuento infantil, dejando paso a una privacidad necesaria. Las cajas son los cofres de sus recuerdos, a veces mostrados, a veces ocultos.

La posibilidad de cambiar la vida en poco más de una noche. Sopesar las posibilidades y la capacidad de hablar en un guion, que se va tornando cada vez más emocionante y cercano al espectador. Acompañados por la sincera partitura de Pablo Cervantes y el tema principal de la película, interpretado por Laura Hojman. Esa mirada blanca, prácticamente inocente, de un amor pretérito, pasado revista en pocas horas. Inevitable la toma de decisiones.

Llena de valores universales y de situaciones que nos resultan cercanas. Así es la carta de presentación del realizador cordobés. Un trabajo que pide una revisión, una nueva vida a la búsqueda de savia reciente dispuesta a mirar. Con aparente sencillez el intrincado sendero de los sentimientos pasados, con rotunda honestidad lo imperioso de una comunicación. El momento, la oportunidad, de una vez más, poder partir con el equipaje bien hecho. Sea cual sea el futuro trayecto o el destino incierto como seres humanos. Atípica y bella.



https://cinemiamor.wordpress.com/2022/08/22/que-ha-cambiado-abril-una-vez-mas-2020-guillermo-rojas/
Marcos B
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