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España España · Valladolid
Voto de Marcos B:
9
Thriller. Drama Frank Sheeran fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial, estafador y sicario que trabajó con algunas de las figuras más destacadas del siglo XX. 'El irlandés' es la crónica de uno de los grandes misterios sin resolver del país: la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa. Un gran viaje por los turbios entresijos del crimen organizado; sus mecanismos internos, sus rivalidades y su conexión con la política... Adaptación del ... [+]
16 de noviembre de 2019
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cámara se desliza lentamente con un travelling frontal, mientras nos muestra esos rostros de otro tiempo que contienen los gritos de la historia. Llegado cierto momento gira y asciende, para desembocar en un hombre anciano y risueño, que no parece tener prisa en su discurso. Nos habla sin pausa, dirigiéndose a cámara, a modo de confesión no solicitada pero necesaria. Su excusa se retrotrae a aquellos momentos en los que se dedicaba a “pintar paredes”. Un trazo aquí, otro allá, y poco a poco irá confeccionando a su gusto el fresco que cubre varias décadas. Porque las paredes hablan, y en muchos casos están dibujadas con sangre.

Se llama Frank Sheeran, y en algún momento después de combatir en la Segunda Guerra Mundial fue camionero. Supongo que es durante ese tipo de conflictos cuando el ser humano, si se mancha las manos de sangre, pierde cierta sensibilidad y cordura, y un disparo no es mucho más diferente que arreglar la tapa del delco, repartir los cuartos traseros de una ternera, o abrir en familia los regalos de navidad. Lo que no se puede negar es que una historia es siempre una historia, y contarla es en ocasiones un acto de exorcismo. Sobre todo si en tu camino te cruzas con tipos cómo Russel Bufalino o el bueno de Jimmy Hofffa. Y es así, trufado de personajes, cuando yendo adelante y atrás en tu vida, consigues narrar los retazos más importantes de la pintura.

Se dice que en los tiempos del cine clásico, el guion era tan importante, que hasta un director mediocre podía dirigir una película. Aquí nos topamos con un texto maravilloso, y con un director sobresaliente y fuera de época, que ha hecho lo que le ha venido en gana. Que con ojo sabio, y a cuestas con las alforjas del tiempo comprende la globalidad del proceso cinematográfico. En un guion soberano a modo de puzzle, servido por las excelencias del montaje, y sabiendo viajar en los tiempos sin que ello sea un inconveniente. Y por si todo ello no fuera suficiente, desde una frecuencia fundamental, saber saltar entre diferentes estaciones, sin perder el tono primigenio de Frank Sheeran. Que el relato esté al servicio de sus intérpretes, y eso no suponga una barrera para dejar sus improntas; siendo hipnótico en la narración a la par que hechizante. Con la sartén por el mango, y siempre conociendo los tiempos de cocinado. Manejando el tempo con las alquimias del pasado, en tiempos y con herramientas del presente.

Que retrate una época, nos cuente los sucesos de la historia, y nos transporte a un estado de catarsis sin que el metraje le pese. Que unos actores, otrora magníficos, sigan ofreciendo interpretaciones sobrecogedoras, recitando las líneas del armónico fundamental. Cuando entran esas melodías del pasado, y ellos se siguen atreviendo a mirar a los ojos del espectador.

Y Scorsese detrás de la cámara, siendo testigo y haciéndonos partícipes de la épica. Desde La Batalla de Anzio, mientras Frank Conduce a una boda. Desde el sabotaje al taxi y las lavanderías, llegando a las más altas esferas políticas y a las manos que rigen el mundo. Siendo consciente que el tiempo se termina, y que tus vástagos renegarán de ti. Y a tu modo, ni bien ni mal, arrepintiéndote. Solo, mientras la cámara se aleja en travelling, y tímidamente se atreve a mirar a ese anciano que tiene tantas cosas que decir.
Marcos B
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