Qué decir sobre este tótem de la cinematografía que no se haya dicho ya.

Un western con todas las letras, EL western. Si hay un triumvirato presidiendo el olimpo de las mejores películas de caballos, indios, vaqueros y foragidos EBELYELM es una de esas tres que lo forman junto con "The Searchers" y "La diligencia".

Leone nos da una película de guerra, una de persecuciones, una de vaqueros e, incluso, un intensísimo momento de thriller psicológico. La fotografía (a cargo de Delli Colli) es sencillamente perfecta y pasmosamente moderna en cuanto a la apariencia final. La calidad de textura de una 35 mm sabiamente usada es algo sencillamente insuperable.

Los personajes adquieren el estatus de iconos inmediatemente. Pasarían días, quizá semanas, antes de que pudiéramos aburrirnos y empezar a verles las costuras en pantalla a Eastwood, Van Cleef y Wallach.

La música de Morricone es pluscuamperfecta, imposible saber si se hizo para la película o viceversa. El montaje, genuinamente Leoniano, japonizante, poético por momentos, no menos que magistral.


Una de esas diez, quince, veinte películas que dan el último paso para adentrarse en un terreno raro donde habitan las obras cumbre. Terreno en el que todas, cada una con su propias virtudes, irradian lo mismo; Una experiencia distinta y única que sublima el arte del cine hasta convertirlo en la más potente de las experiencias. Un punto donde fotografía, narrativa y música son uno.

Cátedra de lo fílmico. Alta escuela. Véanla.