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España España · Vizcaya
Voto de Brigit:
9
Drama En Berlín, Oren, un ingeniero constructor israelí, se encapricha del pastelero Thomas. El romance ni siquiera parece haber empezado cuando Thomas descubre que Oren ha muerto en un accidente de coche en Jerusalén. Thomas viaja allí sin saber exactamente qué es lo que está buscando. Descubre que la mujer de Oren, Anat, es propietaria de un café, y esta le ofrece a Thomas un empleo de lo más básico, consistente en limpiar y fregar cacharros. (FILMAFFINITY) [+]
15 de enero de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando el cine te ofrece una película de las que vas probando poco a poco, trocito a trocito, saboreando y sintiéndo su sabor y su textura, disfrutando como si de un manjar de dioses se tratara sabes qué es lo que te está mostrando, sabes que es una película con mayúsculas, de esas que como los atractivos dulces que ves en la historia te conquistan con la mirada y al darles el primer bocado descubres lo deliciosas que están, porque esta película nos ofrece una historia deliciosa a la vista y al corazón y por supuesto al alma.
Tiene un nivel de romanticismo que no abruma, como los buenos dramas, intenso y muy especial, tierno y con mucha calidez, es de esas historias que van desarrollándose con tiempo y según va avanzando sientes que aún queda mucho que ofrecer y que es posible que la cumbre de la historia aún esté por llegar y te sorprenda, porque este tipo de películas aunque no lo parezcan al principio sorprenden y mucho.
Hay más que amor, más que religión e imposiciones, más que costumbres y deliciosos pasteles y galletas, existe un mundo más allá por descubrir y una historia muy profunda de esas que se intentan ocultar por el bien común y propio, por el qué dirán y si cabe la posibilidad de que todo salga y explote, dejará huella, una muy marcada.
Esta pelicula es de las pocas que saben transmitir el amor sin llevarlo a cabo, es de las pocas que transmite sin acciones porque te invita a sentirla y palparla como el repostero a la masa de sus galletas: la agarras, la la aprietas hasta que la das forma y volumen y vuelta a empezar...así hasta que te das cuenta que no sólo es una grandísima película, sino una grandísima historia con unos grandísimos actores, pocas películas se ven así hoy en día, porque sólo te ofrecen rapidez, dinamismo en exceso, demasiados giros y demasiados efectos visuales, historias como estas no necesitan nada más que sentirlas y empatizar con el corazón y el alma en la mano y además son de las que no olvidas fácilmente...
Brigit
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