Haz click aquí para copiar la URL
Voto de John Dunbar:
9
Intriga. Cine negro Areta, un antiguo policía que trabaja como detective, recibe el encargo de encontrar a la hija de un empresario de Ponferrada. Gracias al novio, averigua que la chica estaba embarazada y huyó de casa. A partir de ese momento, empieza a sufrir todo tipo de presiones para que abandone el caso, pero Areta seguirá investigando hasta el final. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
'El crack' nace gracias a que hay detrás alguien que conoce muy bien los entresijos del cine policíaco. Garci desgrana la historia presentándonos primero la condición del personaje antes que el suceso, sintetizado en la imagen del tipo duro que ha de servir como ilustración de ante qué tipo de perfil estamos. Un santo y seña característico para entender su mundología. Hombre pequeño para una jungla grande, Areta representa desde la apariencia más engañosa el concepto de policía o investigador, eso da igual, que se tiene como sello distintivo de un estilo, una manera de contar las cosas, el núcleo por el que ha de filtrarse todo. De él va a depender también su recepción.
El caso a resolver refrenda los patrones como paradigmas del extinto cine negro, que Garci aleja de la escena sin su acostumbrado claroscuro y acerca prácticamente con todo lo demás, tras un oscurantismo de aspecto insondable que va descubriendo como una piedra inevitable en el camino, siempre poniendo a prueba la osadía del solitario Areta. La resolución, precisa, solo puede ser contundente. Y al final, el descanso. Todo hecho y resuelto con maestría.

La elección de Alfredo Landa, uno de los más grandes de nuestro cine, digan lo que digan algunos, como el investigador privado Germán Areta fue una apuesta arriesgada desde el punto en el que la figura del 'landismo', término asociado a una cultura y una época muy determinados, reproducidos por unos personajes pícaros y contenidos habitualmente de carácter sexual, entró como un fenómeno social deshonrado en algunos círculos de pitiminí y adscrito a la persona del propio Landa como supuesta máxima representación del mismo fenómeno. Fue el mismo Landa quien tampoco se sentía seguro de la aceptación que tendría cara al público, siendo consciente el primero del 'San Benito' que llevaba encima. Se puede decir que la apuesta salió ganadora, haciendo un protagonista muy serio, sosegado, profesional infranqueable de su trabajo y hombre resignado a su suerte en su vida personal. Vamos, que Garci, como buen amante del cine en general y del negro en particular, diseñó un personaje a la medida del género que encarnó a las mil maravillas el actor navarro.

Contemplar 'El crack' es como contemplar el rostro del alma solitaria, un perdedor involuntario, impertérrito esclavo de sí mismo y su profesión, que lleva su pena por dentro, mientras te dejas seducir por esa extraordinaria música, tocada una y otra vez, de Jesús Gluck desde una relativa seguridad. Esto es una opinión muy personal, desde luego, o más que opinión, sensación, pero su actitud, serena y contundente al mismo tiempo, su devenir envuelto en esa dulce y triste melodía, me relaja y hace pensar.
Con esta película José Luis Garci se asienta como director de prestigio y lo mismo que decía para el bueno de Alfredo Landa, vale para él, mal que le pese a quien le pese, uno de los mejores directores del cine español que, curiosamente, carga con alguna cruz no correspondida e impuesta por excluyentes oligarquías desde un gremio, el suyo, conocidamente mediatizado y politizado. No me gusta en mis críticas salirme del tema, porque no forma parte de la intención inicial ni es el lugar indicado, pero algunas veces hay honrosas excepciones; como aquí. Y esta última opinión, respecto del vilipendio sufrido por director y protagonista, extensible también en algún otro caso, ya no creo que sea una opinión tan personal.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow