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España España · Barcelona
Voto de esther08:
9
Romance. Drama Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al ... [+]
30 de diciembre de 2018
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay algo que necesito para que una película me guste es sentir empatía. Con los personajes, con las situaciones, con los lugares. Con algo. Y qué mayor motivo para sentirla que tratar sentimientos universales. Y, si seguimos estrechando el círculo, qué mayor universalidad podemos encontrar que el amor. Dejando de lado cursilerías, el gancho de esta película reside en relatar un primer amor con el que todos podemos identificarnos. Ese tópico del amor de verano adolescente aquí nos descubre sensaciones que desconocíamos por completo.
El director italiano Luca Guadagnino se encarga de dar vida al guión de James Ivory, adaptación de la novela homónima de André Aciman, donde un joven de 17 años se enamora de un investigador estadounidense que está pasando el verano con su familia para acabar su doctorado. Que se trate de una relación homosexual no condiciona el relato ya que no existe ese elemento de rechazo que protagoniza otras ficciones como “Brokeback mountain”.
Otro de los puntos que sostiene la película es la gran química entre sus protagonistas. Timothée Chalamet es todo un descubrimiento y estoy segura de que después de esta película nos obsequiará con grandes papeles. Armie Hammer, al que habíamos visto en películas como “La red social” está admirable como ese joven elegante y carismático que luce piernas con unos minúsculos shorts.
Sus paseos en bicicleta por los pequeños pueblos italianos invocan al neorrealismo italiano y a sus grandes directores: Rossellini, Visconti, Pasolini o De Sica. Es una maravilla dejarse llevar siguiendo a los dos protagonistas por sus excursiones, como también lo es acompañarlos en esas noches que pasan escondidos en sus habitaciones o en las conversaciones que mantienen al borde de la piscina, siempre acompañados de libros o partituras. Cómo envidiamos esa despreocupación tan típica de los veranos en el campo, donde no solo los jóvenes juegan, beben y bailan. También los adultos se abandonan al placer.
Encontramos una de las escenas más bellas de este año hacia el final de la película. Oliver, el joven apuesto, ya ha vuelto a Estados Unidos y Elio se ha quedado destrozado. El padre, un encantador Michael Stuhlbarg al que hemos querido desde el principio del film, mantiene un diálogo con Elio en el que le viene a decir que debemos sentirlo todo, ya sea bueno o malo, Debemos sentir el amor, el dolor y poder disfrutarlo. Le sugiere que sienta todo lo que pueda ahora porque conforme nos hacemos mayores iremos dejando de sentir y lo echaremos de menos. Si la película todavía no nos ha penetrado hasta lo más hondo, lo hará entonces. Saldremos de la sala y pensaremos en ella durante semanas porque el verdadero cine nos agita. Y eso es algo que no sucede cada día.
esther08
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