En la primera escena, Terry Mallory (Brando) acude a la casa de un estibador del puerto compañero de trabajo para devolverle una paloma suya que ha llegado a su palomar. En la escena siguiente un hombre cae desde la azotea de su casa, al parecer por denunciar la extorsión sistemática de los sindicatos portuarios hacia los estibadores: "Un pájaro que quería cantar pero no pudo volar".
Pura colombofilia en los muelles de Nueva York. Esa especie de deporte que entrena palomas para que vuelvan siempre al palomar después de recorrer grandes distancias, a veces trayendo a otras de aficionados vecinos al ganarse su voluntad.
Y ganarse la voluntad hasta anularla es lo que hacían, y hacen, muchos sindicatos en beneficio propio. En Nueva York y en todas partes. Halcones y palomas.
Por lo demás estamos ante una obra maestra que aborda un tema importante con un guion, dirección e interpretación antológicas. Un auténtico hito en la historia del cine. Lo mismo que la fotografía o la música. Siempre con el sonido penetrante de las sirenas como fondo.
Personajes rotundos, bien trazados, desde el controlador general Johnny Friendly (Cobb) al padre de la víctima Pop Doyle (Hamilton) y su bella hermana Edie (Saint), pasando por el sacerdote católico P. Barry (Malden) que encuentra su parroquia precisamente entre los perseguidos.
Brando borda ese papel tan genuinamente suyo en la frontera de lo justo y de lo injusto. Un poco el "Rostro impenetrable", reforzado por la presencia de Malden, otro poco también "La leyenda del indomable" por encabezar la revuelta, "Solamente voy a ir allí en busca de mis derechos".
Interesante el símbolo de la pelliza del estibador que comentamos en spoiler. O las conversaciones en la azotea a uno y otro lado de la rejilla del palomar que separa la prisión de la libertad. En las aves y en las personas. O la relación entre Terry y la hermana, "No te vayas, tengo toda la vida para beber", que pronuncia a sabiendas de la vacuidad de su vida
Una obra superior que recomendamos vivamente. Cuyo título, "La ley del silencio", pasará de la pantalla a la literatura popular aconsejando la importancia de callar. Lo mismo que decir "En boca cerrada no entran moscas".
No se la pierdan.