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España España · Madrid
Voto de Alvaro:
8
Comedia Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado ... [+]
20 de junio de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eso se repetía Jerry (Lemmon) apremiado por Joe (Curtis) a la hora de embarcarse en una loca y divertidísima aventura que les lleva a travestirse para no ser encontrados por la mafia e integrarse en una orquesta femenina.

Mítica película de Billy Wilder, haciendo que por una vez la comedia no resulte un género terriblemente maltratado por la crítica tantas y tantas veces.

Un guión repleto de buenos gags y un ritmo trepidante, pero que sobre todo sobresale con unos personajes geniales interpretados por auténticas leyendas del cine: Divertidísimos Jack Lemmon (Jerry) y Tony Curtis (Joe) que obligados a "convertirse" en chicas asumen un auténtico papelón lleno de equívocos y chistes (algunos mejores que otros, todo hay que decirlo) sobre la ambigüedad sexual y los instintos masculinos reprimidos. Eso sí, todos disparados con la puntería certera de un director que no solo es brillante, sino que estaba en un gran momento.

Luego tenemos a una Marilyn Monroe (Sugar Kane) dando lo mejor de sí en su papel perfecto: Sensual e ingenua, pero con innegable encanto bien dosificado.

Sin desmerecer al resto de actores, cabe destacar a un secundario que este film inmortalizó para la posteridad: Joe E. Brown como el cándido millonario Osgood, que siempre será recordado por su sonriente rostro en ese final que todos conocemos, broche perfecto y casi surrealista para una comedia irrepetible por su cantidad de grandes secuencias* y homenajeada hasta la saciedad a lo largo de los años.

Y por supuesto, la gran puesta en escena de Billy Wilder, con una narración medidamente ligera pero no exenta de secuencias construidas con mimo y detalle, haciendo fácil lo difícil. Una lección de cómo rodar cine en toda regla.

Una trama bien enlazada con momentos absolutamente épicos convierte a 'Con faldas y a lo loco' en uno de esos clásicos imprescindibles del cine que no defraudan a nadie con conocimiento de causa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro
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