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Voto de Er_Séneca:
6
14 de enero de 2024
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En la Nueva York de 1946, y merced a un sustancioso contrato, un importante diario envía a la Unión Soviética a Harry Smith, un antiguo reportero de guerra, con el fín de que recopile referencias de primera mano para escribir un libro acerca de las belicosas y expansionistas intenciones de la URSS, dentro de una campaña de desinformación al respecto tramada por las fuerzas más retrógadas dentro de la política y la prensa USA.

Smith, que ya se mostraba reacio antes de aceptar el trabajo, vuelve enamorado del país y con una visión del mismo totalmente distinta a las condiciones del "encargo". De este modo, se ve envuelto en un dilema entre su conciencia de periodista honesto, y las presiones amenazantes de sus jefes, que quieren forzarle a escribir falsedades al servicio de oscuros intereses...

A mí también me suena un poco así como a propaganda. Bueno, en realidad ES propaganda. Pura y dura. La peli (cuyo título podría traducirse por algo así como "La cuestión rusa") se llevó unos cuantos premios Stalin en 1948, los cuales creo que no se los daban a cualquiera. De todas formas, ¿qué otra cosa era, o podía ser, el cine soviético del momento? Sin embargo, si entre las habituales pamplinas de toda propaganda te pone, por ejemplo, que el día sigue a la noche, o que dos y dos son cuatro, ¿quién podría estar en desacuerdo con eso?

Bueno, pues algo así pasa con esta peli. Porque hay una serie de dardos muy bien lanzados, que a día de hoy siguen plenamente vigentes, incluso más, seguramente mucho más, que entonces. ¿Quién puede discutir que el sistema político americano es vasallo de la voluntad de las grandes corporaciones? ¿Quién puede discutir que su opinión pública está forjada en las redacciones de una prensa que está sometida a un puñado de grandes magnates con muy mala leche? ¿Quién puede discutir que su sistema es siervo del dios dólar? Y, finalmente, ¿quién puede discutir que ese sistema se beneficia, y mucho, con las guerras?

Yo al menos no voy a discutir eso, y otras indecencias por el estilo de esta gente, las cuales han alcanzado su máximo paroxismo en lo que llevamos de esta lamentable década, como todos sabemos bien. La lástima es que la denuncia está hecha... por quien está hecha, donde está hecha y cuando está hecha.

En otros aspectos, hay cosas interesantes. El ambiente de la redacción del periódico en hora punta está muy bien conseguido, y los decorados. Especialmente me llamó la atención el del lobby de acceso a los ascensores. Algo que sorprende es que el "viaje" de Smith a la URSS lo resuelven en unas pocas tomas generales (incluyendo, cómo no, un desfile con la efigie de Stalin) que en conjunto apenas dura un minuto, y ya. En realidad, no te das cuenta de que ha ido hasta que vuelve.

Ya avanzada la peli hay algunos planos de un "realismo socialista" más exacerbado, como cuando Smith dicta sus parrafadas a la secretaria con gestos más propios de un mítin, o el mítin en toda regla con que el protagonista cierra la función, pero no es como para salir corriendo: la peli, si consigues digerir el tufo propagandístico, se deja ver y está entretenida.

Por cierto, se puede ver en HD con subtítulos en inglés en el canal de Mosfilm de Youtube, el cual recomiendo encarecidamente, y que también dispone de muchas pelis, tanto soviéticas como rusas, con subs en español.
Er_Séneca
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