Peter Jackson, le pese a quien le pese, es el actual mago del mega cine de aventuras, y demuestra porque en cada nuevo trabajo que entrega. "El Hobbit (La desolación de Smaug)" es el ultimo ejemplo de lo anterior, dos horas y media de una aventura tras otra, sin pausa y sin respiro. Cada pasaje del film tiene su encanto, estén estirados o no respecto al libro; y eso es lo que se le pide a una cinta de aventuras, que la aventura (valga la redundancia) no cese.
"El Hobbit (La desolación de Smaug)" no es una película hecha para atraer nuevos seguidores a la Tierra Media, ni siquiera esta hecho con la intención de agradar a la ferviente horda de detractores que tiene Jackson. El film esta hecho para los que nos quedamos embobados con "El señor de los anillos", y nosotros le sabremos agradecer el esfuerzo al realizador neozelandés. Lo único que les puedo recomendar a los detractores es que se abstengan, y que nos dejen disfrutar al resto.
Algo que si que tengo que decir en contra del film es que, esta segunda entrega es menos Hobbit que la anterior, de hecho podría haberse titulado El Enano. En este sentido la esencia del libro de Tolkien va desapareciendo poco a poco, Bilbo pasa de protagonista a secundario.
Entretanto esperare con ansia el tercer y definitivo episodio de la franquicia. En parte expectante ante lo que en ella pueda encontrar, y en parte temeroso ya que lo que queda de historia no se si da para otras dos horas y media de metraje. Pero bueno, lo que tenga que llegar que llegue, y entretanto disfrutare de "El Hobbit (La desolación de Smaug)".