"The day" es de esas pequeñas películas que aparentan ser poca cosa, pero que a medida que avanzan te van atrayendo, hasta que al final tienes que admitir que te ha gustado más de lo que esperabas. Y tener esa capacidad en los tiempos que corren, ya me parece una heroicidad.
En primera instancia "The day" es un film que no ofrece nada nuevo: un mundo desolado, cinco supervivientes, un mal que acecha sin ser visto,... Vamos, un reguero de lugares comunes que no hacen presagiar nada bueno. Pero a medida que avanza la historia y nos vamos empapando de ella, esta se va revelando como una especie de lectura sobre: el ser humano y su condición como tal. Ante la falta de zombies somos nosotros mismos los que tenemos que asustarnos. Todo ello de forma minimalista y sin excesivos derroches visuales, lo que le da otro toque al film. Y además, al buen poso que deja la película también contribuye el casting, solvente y eficaz sin la necesidad de grandes estrellas. "The day" termina resultando una cinta: cruda y realista, pero sin perder de vista la ficción que es.
Ahora bien, hay algo en lo que flojea el film y que a la postre lo condena a las minorías, su tono. Un tono que yo más relaciono con las cintas de autor, y al que además contribuye esa cercanía al blanco y negro en cada una de sus imágenes. Eso hará que, lo que en el mundillo denominamos como el "boca a oreja", no termine de funcionar del todo. Y consigue que la película termine resultando difícil de agarrar por el espectador medio en determinados momentos, que al fin y al cabo es el espectador que tiene que engrandecer una película.
En resumidas cuentas, "The day" es un film más que interesante en su mensaje, pero al que su forma entre tosca y minoritaria condena al triste mercado de las minorías.