La comedia negra es uno de esos géneros en los que hay que hilar muy fino para alcanzar su máxima expresión. Pues afortunadamente, en la actualidad, hay dos hermanos irlandeses que lo dominan como si lo hubieran inventado. El que hoy nos ocupa es el menor, Martin McDonagh, que controla la variante del humor negro más la acción. "Siete psicópatas" es uno de esos trabajos que ofrecen un caos ordenado de principio a fin, todo ello dentro de una historia de cine dentro del cine. Todo en la película es tan absurdo como gratificante; una trama que es una ida de olla constante, pero una locura de esas que te van atrapando poco a poco. Evidentemente, todo esto no funciona si el espectador no se deja llevar, así que sean ligeros como una pluma y déjense llevar por una cinta de las que hay pocas en la actualidad. "Siete psicópatas" es un entretenimiento sin pretensiones, o como mucho la única pretensión de hacerte pasar un buen rato a costa del mal ajeno. Por cierto, me han encantado las microhistorias que aparecen en el film a modo de presentación de algunos psicópatas, la del personaje de Christopher Walken es brutal.
El principal defecto del film, y no ya de la película si no de su realizador en general, es el nulo uso que hace de los personajes femeninos en sus historias. Olga Kurylenko y Abbie Cornish interpretan a unos personajes totalmente olvidados, y la pena es que podrían haber dado para mucho más.
Pero por lo demás, grande Martin McDonagh y grande "Siete psicópatas".