Ando estos días leyéndome «El umbral de la noche», la compilación de Stephen King que incluye el relato «Los chicos del maíz». Y apenas han transcurrido unos minutos entre que he finalizado la lectura de dicha historia breve y le he dado al play a la adaptación de Fritz Kiersch. Si esto fuera un videojuego, diríamos: ¡Logro desbloqueado! Y ahora es cuando admito que la cinta no me ha apasionado. No la voy a odiar, pero tampoco he sentido mariposas en el estómago, que se dice.
He de admitir que «Los chicos del maíz» es posiblemente uno de los relatos más endebles de la compilación antes citada. Endeble dentro del notable alto que merecen todos y cada uno de ellos, que conste. Siempre pensé que esa historia a medio camino entre el folk horror, el survival y la matrimoniada daba para más, sobretodo por parte de Isaac y sus muchachos. Y he de admitir que esta "Los chicos del maíz" de Fritz Kiersch sí juega más con todo ello, pero aún así me he quedado con sabor agridulce.
"Los chicos del maíz" es una ya icónica adaptación del relato homónimo que brilla más por lo que intenta ser que por lo que al final acaba siendo. Fritz Kiersch amaga con jugar al giallo folk-horror de esquema survival, pero por desgracia solo amaga. Nunca juega con todas las de la ley a ello. Además he de sumarle el que esta adaptación elimine la, para mi, mejor virtud del relato base: la matrimoniada. El toque de personalidad que les daba a los personajes estar siempre a la gresca, en los últimos compases de su relación conyugal, era estupendo. Aquí quedan reducidos a la típica pareja adolescente de slasher. Vale que era la moda por aquella década de los ochenta, pero eso me deja muy frío. Ese es el más reseñable de los varios cambios que hay en la cinta respecto del relato. Cambios que, por otra parte, mucho no aportan.
Convertir a la deidad que preside los maizales en una ridícula masa informe de alucinógenos colorinchis digitales, otra cosa también muy de los ochenta, y si no que se lo pregunten a Pinhead, tampoco me ha convencido.
En definitiva, "Los chicos del maíz" nunca estará entre mis adaptaciones preferidas de la obra de Stephen King. Tampoco entre las peores. Simplemente en terreno de nadie.