Soy muy de Melissa McCarthy.
Su simple presencia salva, como poco, un 95% de las pelis de su filmografía. Más o menos. Aunque he de admitir que, por fortuna, lo que he visto de ella hasta ahora no ha necesitado recurrir a dicho factor. "Tammy", por desgracia, pasa a formar parte de ese deshonroso 5% restante. Y eso que había madera, pero…
"Tammy" es una road movie de tintes cómicos, muy a lo "Somos los Miller" (Rawson Marshall Thurber, 2013), "Salidos de cuentas" (Todd Phillips, 2011) o "Por la cara" (Seth Gordon, 2013), esta última también con la propia Melissa McCarthy. Con la salvedad de que las citadas las defiendo a muerte mientras que "Tammy" solo me aguantó quince o veinte minutos, a lo sumo. A partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos, al margen por supuesto de la propia McCarthy, que siempre me funciona le des lo que le des y la metas donde la metas. Lo que me lleva a pensar que hay una interesante premisa en "Tammy", pero para nada bien desarrollada. Ben Falcone se ha creído que meter a Susan Sarandon en piloto automático haciendo de borracha y malhablada ya bastaba para compensar. Pero no.
En definitiva, "Tammy" no me ha dejado muy satisfecho.