Estoy en facultades de decir que "Ocho apellidos vascos" es una de las películas más sobrevaloradas de los últimos tiempos. El film de Emilio Mertínez-Lázaro es una comedia romántica más bien normalita, que solamente destaca por el simple hecho de reírse de los estereotipos culturales que han sido tabú durante decenios. Ese detalle hace que la cinta haya trascendido más de lo debido; pero visto todo lo demás, me parece algo exagerado su éxito.
"Ocho apellidos vascos" tiene innumerables defectos. El principal es que todo en la historia me resulta demasiado artificioso. Muchas de las situaciones que se nos presentan no resultan muy creíbles. Eso de que un andaluz se recorra toda España para entregar un bolso, no se lo cree ni el tato. Por no hablar de lo mal resueltas que estas muchas de las situaciones supuestamente comicas. Y al final, todo lo anterior hace que el film resulte como hecho a medias.
Los actores están bien. Con la salvedad de que la pareja protagonista es devorada irremediablemente por la secundaria, formada por Machi y Elejalde. De hecho, me ocurre a mitad de película que la historia de amor protagonista empieza a darme igual, y ya solo me interesa saber que ocurrirá con los padres.
"Ocho apellidos vascos" tiene momentos buenos, no descacharrantes, pero buenos. Se atisba que a los mandos del guion esta un tipo llamado Borja Cobeaga, con un talento innato para la comedia.