Esta película representa, junto a La bella y la bestia, una de las historias de amor más bonitas narradas por Disney. En el trasfondo recuerda un poco a la Sirenita, por el hecho de que se establece un clasismo que obstaculiza que la princesa Jasmine se case con el bueno de Aladdin. Sin embargo aquí está mucho mejor planteado y puesto en escena, reflejando que el amor verdadero no entiende de clases, procedencia, puestos de trabajo, etc.

Los personajes son definidos y desarrollados de forma muy eficaz, destacando al genio de la lámpara que se convierte en la estrella al ser el mayor animador y generar muchos gags, casi anticipándose a La Máscara. También como hay que señalar al antagonista, un malvado y calculador visir que se acompaña de un loro igual de pérfido. E incluso la legendaria alfombra mágica cobra vida y aporta su granito de arena.

La historia se encuentra genialmente construida, de manera que existen muchos tramos y escenas que nutren un cuento clásico y que por lo tanto Disney ha sabido plasmar de forma excelente.

A todo esto añadimos una banda sonora deliciosa, con la canción principal 'Un mundo ideal' como una de las más preciosas que podemos escuchar de la animación Disney.