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Voto de Tylercito:
9
8,1
155.499
Thriller. Acción. Drama
Batman/Bruce Wayne (Christian Bale) regresa para continuar su guerra contra el crimen. Con la ayuda del teniente Jim Gordon (Gary Oldman) y del Fiscal del Distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart), Batman se propone destruir el crimen organizado en la ciudad de Gotham. El triunvirato demuestra su eficacia, pero, de repente, aparece Joker (Heath Ledger), un nuevo criminal que desencadena el caos y tiene aterrados a los ciudadanos. (FILMAFFINITY) [+]
21 de agosto de 2008
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jamás eliminaremos el hálito siniestro que, nos guste o no, siempre ha acompañado a los bufones. Un payaso es un hombre detrás de una máscara, y por tanto, falsedad y engaño. El clown representa, además, la subversión más pura, la chanza a cualquier precio. Su ética de la broma desbarajusta las convenciones y trae la carcajada, que no es más que un espasmo involuntario en la cara, la pérdida de la racionalidad que caracteriza al hombre. El bufón desmitifica desde sus comienzos la tragedia, se ríe del destino y la muerte y de la solemnidad de los hombres. Él inventó el nihilismo mucho antes de que se creara esa palabra.
Con la Comedia del arte aparece Arlequín y Pierrot, que conformarán el payaso moderno, ese Miliki grotesco que ignora y oculta el oscuro pasado de sus antecesores. Pero su esencia caótica, su perfil anárquico, ha sobrevivido hasta nuestros días. Por algo existe la coulrofobia.
El Joker de Nolan, de Ledger y de Alan Moore es un payaso que recupera el legado de esos antepasados y lo magnifica. No soy un gran conocedor del cómic y no puedo decir si la visión de Tim Burton estaba más cercana al original que la de Christopher Nolan, aunque pienso que ese díptico -tan sobrevalorado como la interpretación que Nicholson hace del payaso- está más cercano a César Romero y a la grotescamente famosa serie televisiva que al verdadero Joker. Si me equivoco, no me importa. Sólo quiero rendir homenaje a ese siniestro bufón interpretado por Heath Ledger, que dignifica, recupera y a la vez trasciende la plétora de significados que engloba la “filosofía” payasa.
Ledger encarna a un Joker que es un brillante y sádico psicópata con un extraño sentido del humor de intenciones claramente patafísicas, patriarca de la anarquía, dadaísta del crimen que esconde profundos problemas psicológicos no resueltos tras su tenebrosa y bufonesca sonrisa. Él representa el caos y la locura en contraposición al orden, la seguridad y la justicia que intenta encarnar Batman. Es el paradigma del hombre absurdo de Camus cuesta abajo y sin frenos, un existencialista hastiado de la indeterminación y de las tesis reconciliadoras. El Joker es un bohemio de la locura, un revolucionario decadente sin ningún plan tras la masacre y la anarquía anhelada. Es, en definitiva, un Dios destructor. Un Demonio que recupera el significado del payaso (o loco) según el tarot: “Un joven que combina sabiduría e insensatez, que hace las cosas al tuntún pero bien", "perdido y sin rumbo". "No vive en la realidad; vaga de un lado a otro sin saber que busca, ni adónde quiere llegar". "Es el símbolo de la anarquía". "Cree en el azar como único factor que sobresale y es respetado". "Representa un principio de movimiento instintivo, opuesto a todo sedentarismo de la conciencia, a toda acomodación del ego". "El Loco es una figura que empuja hacia la vida de modo espontáneo, saltándose las protecciones conscientes y conservadoras".
Con la Comedia del arte aparece Arlequín y Pierrot, que conformarán el payaso moderno, ese Miliki grotesco que ignora y oculta el oscuro pasado de sus antecesores. Pero su esencia caótica, su perfil anárquico, ha sobrevivido hasta nuestros días. Por algo existe la coulrofobia.
El Joker de Nolan, de Ledger y de Alan Moore es un payaso que recupera el legado de esos antepasados y lo magnifica. No soy un gran conocedor del cómic y no puedo decir si la visión de Tim Burton estaba más cercana al original que la de Christopher Nolan, aunque pienso que ese díptico -tan sobrevalorado como la interpretación que Nicholson hace del payaso- está más cercano a César Romero y a la grotescamente famosa serie televisiva que al verdadero Joker. Si me equivoco, no me importa. Sólo quiero rendir homenaje a ese siniestro bufón interpretado por Heath Ledger, que dignifica, recupera y a la vez trasciende la plétora de significados que engloba la “filosofía” payasa.
Ledger encarna a un Joker que es un brillante y sádico psicópata con un extraño sentido del humor de intenciones claramente patafísicas, patriarca de la anarquía, dadaísta del crimen que esconde profundos problemas psicológicos no resueltos tras su tenebrosa y bufonesca sonrisa. Él representa el caos y la locura en contraposición al orden, la seguridad y la justicia que intenta encarnar Batman. Es el paradigma del hombre absurdo de Camus cuesta abajo y sin frenos, un existencialista hastiado de la indeterminación y de las tesis reconciliadoras. El Joker es un bohemio de la locura, un revolucionario decadente sin ningún plan tras la masacre y la anarquía anhelada. Es, en definitiva, un Dios destructor. Un Demonio que recupera el significado del payaso (o loco) según el tarot: “Un joven que combina sabiduría e insensatez, que hace las cosas al tuntún pero bien", "perdido y sin rumbo". "No vive en la realidad; vaga de un lado a otro sin saber que busca, ni adónde quiere llegar". "Es el símbolo de la anarquía". "Cree en el azar como único factor que sobresale y es respetado". "Representa un principio de movimiento instintivo, opuesto a todo sedentarismo de la conciencia, a toda acomodación del ego". "El Loco es una figura que empuja hacia la vida de modo espontáneo, saltándose las protecciones conscientes y conservadoras".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El Joker es consecuente con su “filosofía”. Igual que Batman con la suya. Pero visto desde fuera, como un espectador de la tragedia, ese bufón descarriado y demencial parece estar más cerca de conocer la verdadera naturaleza del ser humano. Ante el caos, poco puede hacer el orden. El héroe muere o se transforma en villano.
El reloj alcanza la hora señalada y ninguno de los barcos explota. Nolan decide recordarnos que estamos ante un cómic, decide rebelarse contra los planes del Joker. Pero todos sabemos que ahí ha faltado un gran y esperado estruendo. Todos sabemos que nos han mentido, que nos hemos mentido. Batman cree en la necesidad de la mentira para mantener la “cordura”. Parece que Nolan también.
El payaso es, en el fondo, muy similar a un artista -artista del mal, pero artista-, mientras que Batman se asemeja más a, qué se yo... ¿un funcionario? El Joker parece más vivo. Odia el mundo y la vida, pero precisamente eso es lo que hace que la disfrute intensamente.
El reloj alcanza la hora señalada y ninguno de los barcos explota. Nolan decide recordarnos que estamos ante un cómic, decide rebelarse contra los planes del Joker. Pero todos sabemos que ahí ha faltado un gran y esperado estruendo. Todos sabemos que nos han mentido, que nos hemos mentido. Batman cree en la necesidad de la mentira para mantener la “cordura”. Parece que Nolan también.
El payaso es, en el fondo, muy similar a un artista -artista del mal, pero artista-, mientras que Batman se asemeja más a, qué se yo... ¿un funcionario? El Joker parece más vivo. Odia el mundo y la vida, pero precisamente eso es lo que hace que la disfrute intensamente.