Dolor y Gloria aleja al director de ese aburrido petardo llamado "Julieta". Gracias a Dios, por que esa película era pésima. La he disfrutado mucho, he vuelto a una época que nunca viví, una España que ha muerto, gracias a los ojos melancólicos de Almodovar.
La paleta de colores es sublime, aunque me ataquen a la vista con cuadros horteras de vez en cuando, pero en el fondo es parte del estilo del director. Esos colores primarios hacen que me sienta vivo. La fotografía es maravillosa en general.
¿Y la historia? Me la creo, aunque me aburre a veces el protagonista. Al principio pensé que Banderas lo estaba haciendo fatal, pero al final reconocí en él al alter-ego de Almodovar. Me cansa su amaneramiento forzado, sus miradas pasivas alejadas del sentimiento real. Me cuesta creérmelo, pero me fuerzo a mi mismo gracias a la música, los recuerdos y la historia en general.
Es una historia de superación que incita a tomar heroína para alegrarte un poco la vida, para darte ese empujón que necesitas para dejarla y hacer algo con tu vida.
Dolor y Gloria es un Ocho y Medio mediocre, lo cual no lo vuelve malo, solamente que no es suficientemente. Es una película que puedes disfrutar, ¡que debes disfrutar!
Solo por la última escena la película merece la pena. Y por esos monólogos, por ese sufrimiento.
Pedro, me has vuelvo a conquistar.